La Juez Quinto Especializada en Violencia de Managua, Henryette Casco, declaró culpable ayer al profesor Derling Antonio López Arias por abusar sexualmente de una alumna de 12 años de edad en un colegio de Managua.
Además lo declaró culpable de lesión psicológica leve. Mientras tanto, en la misma Sala, Juana Teresa López, mamá del procesado, repetía que su hijo era inocente.
“Mi hijo no tiene nada que ver en esto, a él lo agarraron cuando iba para el trabajo, porque se cambió buscando un mejor salario, porque es casado y tiene un hijo. Le arruinaron la vida a mi hijo”, dijo la desconsolada madre.
Según acusación de la Fiscalía, el profesor aprovechaba cualquier oportunidad —ya fuera estando solo con la alumna de 12 años o en presencia de los demás niños del aula— para tocarle los pechos. Después del fallo, la juez pasó al debate de la pena, donde el Ministerio Público pidió 13 años de cárcel, de estos 12 por el abuso sexual por tratarse de una menor y un año por la lesión psicológica.
Revelaciones de la niña en el juicio
Durante el juicio declaró la psicóloga forense Melba Moraga, quien atendió a la víctima en el Instituto de Medicina Legal (IML) y dijo que la menor le relató que el profesor empezó a tocarla en el 2014, cuando cursaba el quinto grado y la amenazaba de ponerle bajas calificaciones. En el 2015 intensificó los abusos y hasta la besó en la boca.
Fue en mayo de 2015 que el profesor acusado fue cambiado de colegio, cuando la niña víctima le contó lo sucedido a su nueva maestra, quien le sugirió a la menor que le contara a su madre y denunciaran al profesor López Arias.
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La psicóloga forense manifestó que la niña presenta un cuadro ansioso y depresivo como resultado del abuso sexual al que fue sometida por parte de su profesor.
Necesita atención
La psicóloga forense Melba Moraga, quien atendió a la víctima en el Instituto de Medicina Legal (IML), aseguró que la menor presenta un daño a su integridad psíquica y requiere de un tratamiento psicoterapéutico.
Además Moraga manifestó que el relato de la víctima es coherente y creíble.
La víctima le contó a la psicóloga forense que con lo vivido se sentía con asco y sucia y hasta pena le daba y además experimenta un sentimiento de rechazo y culpa por lo ocurrido.
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