Casi 50 testigos ofrecidos por la Fiscalía, entre estos inquilinos de la cuartería donde alquilaba el procesado Silvio Mayorga González, acusado de asesinar a Ángela Crespo, fueron ofrecidos ayer como elementos de prueba en su contra por el Ministerio Publico.
Los vecinos del acusado afirman que lo vieron entrar a su cuarto con la ahora occisa, que luego escucharon una discusión, golpes y un llanto de mujer y luego hubo un silencio sepulcral.
“Escucharon al acusado decir -no te vas a ir- y escucharon golpes, llanto de mujer y luego un silencio que pensaron que se habían quedado dormidos”, dijo la fiscal Eilyn Cruz, durante la audiencia inicial.
Otros testigos ofrecidos son los meseros del Tiky Bar, quienes reconocieron al acusado de ser la persona que estaba tomando cerveza con la víctima y luego se fueron juntos.
Inicia audiencia inicial en caso de mujer encontrada muerta en cauce de San Judas.@laprensa pic.twitter.com/sgiZcb5TTS
— Martha Vásquez (@MarthaVasquezLP) 27 de octubre de 2016
Vieron sabana con sangre
También declararán ex compañeros de trabajo del procesado, de la barbería Jessly, quienes abrieron un bolso que Mayorga llevo a la barbería y encontraron una sabana con manchas de sangre, un celular, unas sandalias y otros objetos de la víctima.
Los hechos sucedieron el 9 de octubre pasado a eso de las 9:30 de la noche en una cuartería del barrio San Judas de Managua.
Entre las pruebas periciales ofrecidas están especialistas en dermatoscopia , que concluye que encontraron huellas dactilares del procesado en los objetos de la víctima, peritaje biológico de la sangre humana encontrada en el colchón, sabana y cuarto del procesado y más de 80 fotografías de la escena del crimen.
También está un informe de llamadas del procesado. Ante estos elementos de prueba que sustentan la acusación, la juez Fabiola Betancourt, titular del juzgado primero de violencia de Managua mandó a juicio a Silvio Mayorga González, acusado de asesinar a Ángela Crespo, meterla en bolsas plásticas para la basura y arrojarla dentro de un cauce en el barrio San Judas de la capital.
Los hechos
Según el Ministerio Público, los hechos se dieron el pasado 9 de octubre, después que la víctima saliera de su casa ubicada en el barrio Los Martínez en compañía de Marcos Robleto Martínez al bar Perla, donde consumió dos litros de cerveza con su acompañante. A las 6:30 p.m. la joven se trasladó sola al Reparto Miraflores donde queda Tiky Bar y se encontró con el acusado y tomaron cerveza.
A eso de las 8:00 p.m., ambos se trasladaron al barrio San Judas, al cuarto que alquila el acusado. Cerca de las 9:00 p.m., una vez que están en la cama de la habitación, la joven víctima recibió una llamada telefónica de su mamá Carmen Crespo, quien le dijo que se fuera a cuidar a sus hijos, por lo que esta decidió marcharse, pero Mayorga no la dejó, dice la acusación.
“El acusado se molestó y en una manifestación de poder empezó a discutir con la víctima porque no quería que se fuera y mediante el uso de la fuerza procedió a despojarla de la ropa para someterla sexualmente y para neutralizarla le dio con un objeto de concreto, varias veces en la cabeza y le causó seis heridas que le causaron un trauma craneoencefálico que le causó la muerte”, dijo la fiscal Eilyn Cruz.
Durmió con el cadáver
El acusado durmió con el cadáver de la víctima esa noche y luego lo mantuvo oculto en la habitación por más de 20 horas hasta que consiguió una carretilla y bolsas plásticas negras donde metió el cuerpo de la mujer amarrado con tiras blancas y moradas y lo metió en las bolsas, esperó hasta la madrugada para deshacerse del cuerpo tirándolo en el cauce que pasa por el barrio San Judas, refirió la fiscal. Según Medicina Legal, la víctima tenía entre 28 y 52 horas de muerta.