En los últimos diez años, los nicaragüenses escucharon que se construiría una refinería, a un costo de 6 mil 620 millones de dólares; proyectos hidroeléctricos que ayudarían al país a mejorar su situación energética, así como el canal interoceánico estimado en 50 mil millones de dólares que haría que el mundo volviera sus ojos a este país centroamericano. El arquitecto de esas promesas es el presidente inconstitucional Daniel Ortega.
Para el exministro Carlos Tünnermann, de 83 años, las promesas en la gestión del mandatario sandinista “son las más fantasiosas e incluso las más incumplidas” y sostiene que la más irreal es la del proyecto del canal interocéanico, la que mejor sería que no se cumpliera.
“La concesión que hizo al empresario chino Wang Jing es una concesión leonina, que afecta la soberanía, la entregó mucho más allá que el tratado Chamorro Bryan y afectaría nuestra principal reserva de agua, es el lago Cocibolca, que no es solo reserva de agua para Nicaragua, sino para toda Centroamérica”, dice Tünnermann.
El caso del canal interoceánico ha sido cuestionado a nivel nacional e internacional, debido a que no se sabe cómo se financiará y los científicos han advertido sobre los daños ambientales que pudiera provocar en el Lago Cocibolca, una de las reservas de agua más importantes de la región centroamericana.
En la historia de promesas de presidentes y candidatos hay varias que se han sostenido en el tiempo como la carretera al Caribe, que, según el ex ministro Tünnermann, la hizo tanto Anastasio Somoza García (1937-1947, 1950-1956) y su hijo Anastasio Somoza Debayle (1967-1972, 1974-1979). “Hasta ahora parece que está llegando a Bilwi”, dice sonriendo.
LAS PROMESAS DE LOS SOMOZA
“Los gobiernos de los Somoza prometieron el puerto de aguas profundas, principalmente Anastasio Somoza Debayle, y tampoco lo cumplió. Él también ofreció el proyecto hidroeléctrico de Copalar que tampoco, igual que Tumarín, quedó en proyectos”, se acuerda Tünnermann, pero igual señala que hubo promesas que sí cumplieron.
Según el ex ministro, Los Somoza cumplieron la aprobación del Código del Trabajo, la creación del Ministerio del Trabajo, el voto para las mujeres, en el caso de Luis Somoza Debayle el Seguro Social.
“Generalmente los candidatos prometen el oro y el moro. Hablan de la revolución de la honradez, y siempre vemos que existe la corrupción. Algunos hacen esfuerzos. No hay duda que en el gobierno de Enrique Bolaños se hizo un esfuerzo para tratar de hacer esa revolución de la honradez”, explicó.
Las promesas incumplidas de los políticos en campaña representan una tradición en América Latina. “Las campañas electorales es un período de enamoramiento a los electores, de promesas, muchas veces incumplidas y algunas de un carácter inaudito, y eso ocurre cada vez que hay elección y la gente de manera recurrente cree en esos ofrecimientos”, explica el comunicador Guillermo Rothschuh, director del Observatorio de Medios.
MILLÓN DE EMPLEOS DE ALEMÁN
Para Rothschuh, en la historia reciente una de las promesas más desmesuradas fue cuando el ex presidente Arnoldo Alemán, intentando volver al poder en 2011, prometió la creación de un millón de empleos. “Nicaragüense, tené confianza porque aquí hay capacidad, experiencia, ya lo hicimos una vez, cambiamos a Nicaragua”, dijo entonces Alemán.
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La campaña electoral de 2016– las votaciones serán el seis de noviembre– ha sido de baja intensidad para Rothschuh y no se han dado las promesas que en otras ocasiones suelen darse. “Muchos se sitúan incluso en que parecen que ni siquiera están aspirando a la Presidencia de la República y ellos hablan de que van a aprobar nuevas leyes, que ofrecen empleo y educación”, dice Rothschuh.
Rothschuh dice que es una constante histórica en los políticos estar ofreciendo lo que no se puede cumplir. “No veo que los políticos vayan a hacer promesas realistas que de resultar electos puedan cumplir”, añadió.
En el caso de Ortega, él no ha prometido directamente grandes proyectos durante este campaña, pero lo han hecho sus operadores políticos en instituciones como la Alcaldía de Managua, que ha proyectado una imagen de crecimiento para la capital bastante generosa, o la agencia ProNicaragua, donde el asesor de inversiones es el hijo del mandatario, Laureano Ortega Murillo.
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30 PROYECTOS A U$5 MIL MILLONES
En octubre pasado, a dos meses de las votaciones, Ortega Murillo presentó junto a funcionarios de gobierno, y miembros de la empresa privada, una lista de proyectos de infraestructura cuya inversión suma más de 5 mil millones de dólares.
La promoción de estos proyectos se harían bajo el esquema de la alianza pública-privada, uno de los ejes de la administración sandinista que consideran un modelo de desarrollo para el país. Pero las dudas están ahí. “Y ahora está prometiendo 30 proyectos que aparecieron en una lista, que dijeron que necesitaban 5 mil millones de dólares, pero no especificaron de donde iban a provenir esos 5 mil millones de dólares”, lamentó Tünnermann.
CARACTERIZACIÓN DE VOTACIONES
Según Guillermo Rothschuh, director del Observatorio de Medios, hicieron una investigación en 2011 sobre la inversión realizada por el FSLN en anuncios televisivos.
“En un solo día habían gastado 33 mil dólares, en esta ocasión no. ¿Por qué no? Porque el FSLN no requería en estos tres meses de campaña hacerlo fuertemente, porque lo ha venido haciendo desde 2012”, agregó Rothschuh.
El comunicador dijo que el FSLN ha realizado su campaña a través de ferias y explicó que en el caso de la primera dama Rosario Murillo, quien ahora se postula como candidata a vicepresidente de Ortega, ha estado en campaña desde 2012.
“Lo singular es que por primera vez en las últimas cinco elecciones, en que ha participado como candidato el presidente Ortega, un compañero de fórmula se lanza con anterioridad de haber sido electo. Si ves los megarrótulos, ella aparece en primer lugar, es decir hacia la izquierda, y en segundo lugar el comandante Ortega”, sostuvo.
Rothschuh dijo que Ortega no ha visitado todos los departamentos del país como solía ser su costumbre y tampoco los diputados han encabezado las movilizaciones que promueven la candidatura de la pareja presidencial, la que han sido reservadas a la Juventud Sandinista.
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MÁS PROMESAS
En distintos momentos, a lo largo de su gestión, el gobierno de Daniel Ortega prometió poner en órbita un satélite en 2015. El aparato sería construido por la empresa La Gran Muralla China a un costo de 254 millones de dólares que serían pagados en 15 años a bancos chinos interesados en financiar el proyecto espacial.
El Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) aseguró que la telefónica china Xinwei invertiría en sus primeros dos o tres años de operación dos mil millones de dólares, sin embargo hasta ahora no se ha visto tal flujo de capital.
En 2015, Ortega dijo que harían un programa de riego nacional para “bañar a Nicaragua con agua”, entre otros. También prometió un proyecto hidroeléctrico en Brito, el dragado en el Río San donde invirtió recursos, este último proyecto trajo problemas con Costa Rica.
Tampoco realizó la hidroeléctrica Tumarín, donde el constructor brasileño se fue en abril de 2016.
