Recorrer las planas y ordenadas calles del municipio de Potosí deja la sensación visual de un encuentro entre el pasado y el presente. Sus viejas casas de adobe (paredes de barro, zacate y caña de bambú, con estructura de madero negro), su estilo colonial, mezcladas con construcciones modernas, hacen que los visitantes pregunten por la historia de este pueblo del departamento de Rivas.
En una de las casas más antiguas de Potosí, hace más de 200 años nació José Laureano Pineda Ugarte, presidente de Nicaragua entre 1851 y 1853, quien bajo su mandato declaró a Managua capital de Nicaragua, estatus que mantiene hasta la fecha.
El primer reconocimiento a la antigüedad de esta casa lo hizo la Administración de Anastasio Somoza Debayle, quien en 1969 mandó a colocar una placa a la vivienda “como un reconocimiento a su relevante valor cívico y un homenaje a su memoria”. La misma placa indica que en esa casa potosina nació el exmandatario Pineda Ugarte, un 4 de julio 1802.
De acuerdo con Luisa Argentina López Bojorge, su familia compró la casa en el 2002. Añadió que en los años ochenta habían alquilado una habitación de la histórica vivienda y cuando tuvieron la oportunidad de adquirirla la compraron.
La casa ha tenido varias remodelaciones internas para evitar que se caiga, pero aún conserva la madera original y su estructura y corredores, sin embargo a pesar de que fue protegida bajo el decreto presidencial 55-2001, publicado en La Gaceta diario oficial 102 del 31 de mayo del 2001, donde se declara a la ciudad de Rivas Patrimonio Histórico y Cultural de la nación, junto con 33 inmuebles del departamento, nunca ha recibido ningún apoyo del Gobierno para su restauración.
“La verdad nunca hemos recibido ningún apoyo del Gobierno para restaurar la casa, ni siquiera los impuestos nos exoneran, siempre nos toca pagar todos los años, aunque sea con eso nos deberían ayudar porque conservar una casa de estas es caro”, explicó López Bojorge.
La casa cuna de Pineda Ugarte está ubicada diagonal al parque de Potosí, al costado sur de la parroquia Santo Cristo de Esquipulas.
La casa antigua
Una vivienda que fue escogida por un jurado como la casa más antigua es donde habita la familia Urtecho, de Potosí, ubicada frente a la calle que da acceso a la comunidad de Apompuá.
Don Gregorio Urtecho Mairena, de 86 años, recordó que la casa está a dos años y tres meses de cumplir 100 años de pertenecer a la familia Urtecho. “La casa tiene más de 200 años, sobrevivió a un terremoto del 29 de abril de 1844, y a un enjambre sísmico de 1982, tuve que hacerle una reparación no hace mucho cuando se metieron a robar y los ladrones le abrieron un hoyo a la pared, y un señor de Apompuá que se llama Pedro Álvarez Mairena, todavía sabe trabajar el adobe, la reparó y la dejó igual”, explicó.
Cuando el enjambre sísmico de 1982, esta familia tuvo que construir un nuevo local para refugiarse en la parte trasera del terreno. “Pero nunca botamos la casa vieja, porque nos da lástima, aquí crecimos nosotros y es un lugar fresco, donde no se necesita abanico, pero de parte del Gobierno o de la Alcaldía nunca nos han dado ningún apoyo, ni cuando declararon que esta casa era la más antigua del pueblo”, comentó Urtecho.
En la calle central de Potosí se observa una hermosa casona de adobe con amplios corredores, ahí funcionan los billares del pueblo. La casa pertenece a la familia Estrella.
“Esta casona tiene mucha historia, ahí se hacían los trueques de cacao por otros productos, era como una bodega hace más de 150 años, también ahí fue la primera casa escuela del pueblo. Yo soy como la quinta dueña, junto con mi familia”, dijo doña Socorro Zambrana Díaz, de 76 años.
Hasta el momento la Alcaldía Municipal de Potosí no tiene un registro oficial de cuántas casas de adobe hay en el pueblo y cuántas tienen más de cien años.
¿Cuántas casas antiguas?
Extraoficialmente se conoció que la comisión que escogió la casa más antigua visitó seis casas con muchos años de existencia, pero se estima que unas 16 casas del casco urbano de Potosí tienen un poco más de cien años.
Tampoco existe un decreto municipal que prohíba la destrucción de las casas de adobe, sin embargo muchas familias de Potosí por iniciativa propia reconstruyen las casas al mismo estilo de las antiguas, pero con material moderno. Una parte conserva las tejas de barro como techo, y otras han cambiado a techo de zinc.
El abogado e historiador rivense Ramón Ernesto Valdez Jiménez dijo que en Potosí hubo un emporio sobre el añil y el cacao, “todavía encontrás pilas añileras en Potosí, eso es buena parte del desarrollo colonial de Potosí. También hubo varias familias de españoles explotando la tierra, porque Potosí tiene terrenos muy fértiles”, aseguró Valdez Jiménez.
