Para garantizar el cumplimiento de compromisos adquiridos por los gobiernos —especialmente los relacionados con la lucha contra el hambre y la mal nutrición— parlamentarios de América Latina, el Caribe, África y España se comprometieron a seguir impulsando leyes para enfrentar el cambio climático.
“Se requiere trabajar por un nuevo modelo agroalimentario que al mismo tiempo que alimente a toda la población, lo haga de una manera saludable y sostenible, contribuyendo además a la adaptación al cambio climático y su mitigación”, dijo la coordinadora general de los Frentes Parlamentarios contra el Hambre de América Latina y el Caribe, María Augusta Calle.
Durante el VII Foro del Frente Parlamentario Contra el Hambre, que concluye hoy en México, se adelantó que los frentes parlamentarios están desarrollando “una propuesta conceptual de soberanía alimentaria basada en la experiencia legislativa de 15 países de la región”.
Desde sus respectivos países los parlamentarios “pueden hacer una contribución importante a la lucha contra el cambio climático, ajustando las leyes nacionales a los estándares internacionales y facilitando la implementación de los acuerdos globales”, explicó Tito Díaz, coordinador de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
Asignar los recursos
Además, tienen la facultad para establecer los marcos institucionales y presupuestos requeridos para ejecutar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, y vincular estos esfuerzos a las políticas de lucha contra el hambre.
Actualmente el Parlamento Latinoamericano y Caribeño trabaja en la creación de una Ley Modelo sobre cambio climático y seguridad alimentaria y nutricional. Por su parte el Parlamento Centroamericano (Parlacen) apoya una ley marco que oriente en estos temas a los países del istmo.
En cada país estas leyes son el marco legal que garantiza la sostenibilidad a la lucha contra el hambre y la mal nutrición. Además, apoyan el principal compromiso político regional de esta naturaleza: el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Dicha organización, de la que Nicaragua es miembro, ha fijado el 2025 como el año meta para lograr la plena erradicación de la subalimentación en la región.
Aprovechar legumbres
Al conocer la considerable contribución de las legumbres en la lucha contra el hambre y el cambio climático, los parlamentarios que asistieron al VII Foro del Frente Parlamentario Contra el Hambre, que concluye hoy en México, expresaron su intención de promover su producción y consumo.
Las legumbres fijan nitrógeno en el suelo, lo que ayuda a mejorar su salud y facilita un mejor uso de fertilizantes y agroquímicos.
Según la FAO en 2014 se cultivaron 85 millones de hectáreas de legumbres a nivel mundial que fijaron de tres a seis toneladas de nitrógeno. Por consecuencia, contribuyen a un uso racional de fertilizantes, reduciendo así las emisiones de Gases de Efecto Invernadero.