El actual gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani; y el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, figuran entre los posibles miembros del gabinete del nuevo presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
Dos días después de la victoria electoral, los medios comienzan a publicar quinielas sobre los hipotéticos nombres del gabinete presidencial de Trump.
El presidente electo ha evitado pronunciarse todavía pero de la que ha dejado caer pistas durante la campaña.
Para el cargo de fiscal general, Christie y Giuliani figuran entre los candidatos a ocupar el cargo.
Para Secretario de Estado, los nombres que se barajan son los de Bob Corker, senador por Tennessee; el exembajador ante Naciones Unidas, John Bolton; y el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, un republicano que tuvo poca simpatía hacia el gobierno sandinsita de la década de los 80.
En defensa, uno de los temas clave de la campaña de Trump, los medios estadounidenses citan como posible jefe del Pentágono al senador por Alabama, Jeff Sessions, uno de los más estrechos asesores del magnate neoyorquino durante la campaña electoral.
También aparece en las apuestas ministeriales Sarah Palin, como secretaria de Interior.
Tesoro
El exejecutivo de Goldman Sachs, Steven Mnuchin, se menciona como secretario del Tesoro. Sin embargo, para este importante cargo también se baraja a Jamie Dimon, el primer ejecutivo de JPMorgan, el mayor banco por activos de Estados Unidos, según publica el diario español El País, citando a la agencia Reuters.
Dimon, quien se ha declarado demócrata en el pasado, ha sido muy crítico con las nuevas regulaciones impulsadas por la Administración de Barack Obama y su tono tan crítico con Wall Street, publica El País en su edición web.
Comienza transición
La transición de Gobierno en EE.UU. dio sus primeros pasos ayer con la reunión en la Casa Blanca entre el presidente Obama y Trump, la primera entre ambos tras las elecciones del pasado martes en las que el magnate se impuso a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Según Obama, en unas breves palabras a la prensa al término del encuentro, ambos sostuvieron una “excelente” conversación sobre “temas organizativos de la Casa Blanca” y acerca de “política exterior” y “política nacional”.
Sin embargo, la tensión entre Obama y Trump quedó patente en la sigilosa llegada del presidente electo, quien ingresó a la Casa Blanca por el jardín sur para evitar a la prensa, y en el hecho de que no hubiera una fotografía de los dos matrimonios juntos, como sí ocurrió en 2008 cuando George W. Bush recibió al entonces presidente electo.
Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, argumentó al respecto que habían preferido que la foto tuviera lugar en el Despacho Oval al final de la reunión.
Protesta
Decenas de personas protestaron frente a la mansión presidencial durante la reunión, en una nueva manifestación contra Trump, las que se han repetido en varias ciudades del país desde el miércoles, bajo el lema: “No es mi presidente”.
Manifestantes tomaron las calles de San Francisco y se reunieron en un parque de Nueva York para expresar su indignación por el triunfo de Trump.
Rompe protocolo
Trump mantiene desinformado a EE.UU. sobre sus primeras conversaciones y las decisiones sobre su próximo gobierno, con lo que rompe con un añejo protocolo cuya intención es garantizar que el público se mantenga vigilante sobre el nuevo líder de la nación.
Trump se rehusó ayer a permitir que periodistas lo acompañaran a Washington para su primera reunión con Obama y los líderes del Congreso.
La decisión es parte de un patrón de opacidad sobre los movimientos de Trump desde su victoria. Su equipo no ha difundido una agenda diaria ni ha ofrecido actualizaciones sobre cómo pasará su tiempo.