La alimentación para diabéticos es la misma recomendada para la buena nutrición de todas las personas.
Incluye lácteos descremados, pescado, pollo, carne de res y cerdo magra, carbohidratos saludables ricos en fibra como avena en hojuelas, pan integral, pastas integrales, frijoles, arroz, papas, frutas, vegetales sin almidón, grasa poliinsaturada que se encuentra en aceite de soya, olivo, girasol, aguacate, semillas y nueces, entre otros.
La clave está en establecer horario de comidas acorde al horario de medicinas que toma y a la actividad física que realiza. En combinar los alimentos, medir las cantidades a consumir según el plan de alimentación formulado con su nutricionista y hacer preparaciones culinarias deliciosas y saludables.
Vegetales en ensaladas o ligeramente cocidos al vapor. Aderezos con vinagre, limón, aceite, yogur, no crema o mayonesa. Usar condimentos naturales, no salsa de tomate y similares.
Consumir solo la cantidad de fruta indicada, evitar jugos, refrescos y batidos aunque sean simples, se absorben rápidamente e incrementan la glucosa en la sangre.
Evitar galletas, reposterías, frituras, excesos de sal. Prefiera métodos de cocinar que requieren poco o nada de grasa: salteado, asado, horneado, cocido.
La cocción de arroz, pasta, papas y otras verduras con almidón debe ser “al dente”.
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