La familia del niño nicaragüense asesinado el pasado fin de semana en Honduras pidió a la justicia de ese país que encuentre a los culpables del hecho y que les apliquen todo el peso de la ley.
“En este momento lo que conocemos es que hay una persona detenida, nosotros estamos en contacto con el cónsul de Nicaragua, en Honduras, y pues agradecemos porque esta cancillería ha estado hombro a hombro con nosotros, nos han dado apoyo y nos han estado informando de la situación, además hemos recibido la promesa de las autoridades hondureñas de que se hará justicia”, comentó don Ricardo Pérez, tío del menor asesinado.
El sepelio del menor fue apoteósico, porque acudieron en solidaridad los pobladores de las comunidades aledañas de Nandasmo, tierra natal del pequeño de 10 años.
Muchas solidaridad
Muchos niños acompañaron el sepelio con chimbombas de color, también hubo abundante quema de pólvora y música chichera, como una forma de recordar la alegría contagiosa del niño, que fue una referencia en esta zona.
“Nosotros no esperamos menos, esto (la afluencia) de un pueblo que ha sido solidario, un pueblo que se ha caracterizado por compartir ese amor, compartir con humildad, lo poco o lo mucho, esto no ha sido una sorpresa, sino que esto viene a patentizar el cariño que este niño fue capaz de ganarle a este pueblo”, dijo don Ricardo.
Aunque no se conoce una versión exacta de los hechos, don Raúl Pérez, padre del menor, había dicho a medios hondureños, que se dedica a vender alcitrones en la capital de este país y que el fin de semana llevó al menor hacia el sitio.
“Se me perdió del parque cuando andaba vendiendo alcitrones, me preguntó por unas estatuas, pero yo estaba dando un vuelto, cuando vi, ya no estaba a mi lado”, había relatado el progenitor.
Descansa en su tierra
El niño desapareció el sábado pasado del parque central de Tegucigalpa, Honduras, donde andaba con su padre vendiendo. Cuando fue encontrado, presentaba signos de haber sido abusado sexualmente y luego estrangulado, asimismo en el lugar del hecho se encontraron la ropa y zapatos de los cuales fue despojado.
El cuerpo del niño de 10 años llegó ayer en la madrugada a su casa ubicada en Nandasmo, Masaya, y su sepelio fue a eso de las 4:00 de la tarde. Fue sepultado en el cementerio municipal de la localidad.
13 de noviembre el cuerpo del menor fue encontrado entre matorrales, al final de la sexta calle de Comayagüela, a la orilla del río Choluteca, Honduras.