Decorar con plantas es modificar por completo el espíritu de una decoración de la manera más sencilla de todas, cita el artículo de verdecora.es.
Según el portal enfemenino.com existen 30 mil especies puras y alrededor de 140 mil híbridos de formas y colores diferentes.
A la hora de usar orquídeas en la decoración, hay que tener en cuenta las dos necesidades fundamentales de esta gran familia botánica: que necesitan un buen grado de luminosidad (no de luz directa) y humedad. Dos imprescindibles que son comunes a las miles de variedades de orquídeas que hay, aunque siempre es recomendable saber las necesidades específicas de cada variedad a la hora de elegir su mejor ubicación.
Santuario de relajación
El baño es uno de los lugares de la casa que solemos olvidar a la hora de tener plantas. Sin embargo, por sus condiciones de humedad suelen ser lugares perfectos para tenerlas siempre que estas necesiten un grado alto de agua en el ambiente.
Por esas condiciones mencionadas, el baño es un lugar perfecto para apostar por tenerlas como viven la mayoría de ellas en estado natural: con las raíces al aire, libres de sustrato de corteza de pino y predispuestas a nutrirse de la humedad ambiente. Algo que podemos conseguir suspendiéndolas directamente del techo del baño (creando una imagen de plantas colgantes).
Espacios sobrios
Muchas veces hay determinados espacios en los que nos puede parecer imposible decorar con plantas. Un despacho, una oficina, un salón si somos amantes de la decoración minimalista y otros espacios (como el recibidor de nuestra casa) también son perfectos para decorar con orquídeas.
Sobre todo, porque la sencillez de la planta nos permitirá no romper el estilo de nuestra decoración y, gracias a ella y a la elección del color más adecuado para el espacio, podremos poner un toque de elegancia respetando la estética del conjunto.
En este caso, la clave del éxito está en elegir correctamente el color de la orquídea. Así, para espacios basados en el blanco los tonos más vivos (como el fucsia o el morado) le darán un protagonismo discreto a la planta; para espacios en tonos tierra las flores blancas y amarillas serán la nota necesaria, mientras que si nuestro espacio se basa en colores como el chocolate o el negro, los tonos pastel son los más recomendables.
Centro de mesa
Tendemos a pensar que los mejores espacios para decorar con orquídeas son aquellos más íntimos de nuestra casa. Así dormitorios, tocadores y zonas de lectura suelen ser los emplazamientos más habituales para esta planta.
Sin embargo, esta planta puede ser el centro de nuestra decoración usándola como centro de mesa tanto para la típica de centro como para plantearnos incluirla en el comedor.
El riego
No es recomendable regarla a diario, con una vez cada diez días es suficiente. Es importante dejar que la tierra se seque entre riego y riego. Una humidificación excesiva puede favorecer el crecimiento de hongos o hacer que las raíces se pudran. En el caso de las hojas, no es aconsejable mojarlas, así que utiliza un vaporizador con agua no calcárea, a modo de agua de lluvia, y no mojes el corazón de las hojas. En el caso de que las mojes, sécalas inmediatamente con un paño limpio.
Trasplantarla
Normalmente, con trasplantar la orquídea cada dos años es suficiente. No es necesario utilizar un tiesto demasiado profundo. Las raíces de la orquídea necesitan airearse, por lo que la mezcla del trasplante debe ser ligera. Utiliza un compuesto especial para orquídeas que encontrarás en jardinerías o viveros, formado por poliestireno y corteza de pino.
Las hojas
Debes inspeccionar las hojas de tu orquídea de forma regular. Normalmente podrás guiarte por las siguientes señales: las hojas sanas suelen ser más brillantes, aquellas que tornan a un color verde oscuro están pidiendo a gritos más luz y las que tienen una tonalidad rojiza significa que han sufrido de exceso de luz llegando a aparecer manchas negras que indican que se han sido dañadas por el sol.
Sabías que
1- Una orquídea sana tiene las hojas brillantes.
2- Es mejor no cortar los tallos, excepto si están secos, ya que florecen periódicamente.
3- Bien cuidada, una Phalaenopsis puede vivir hasta veinte años.
4- Al primer signo de deterioro, cambia tu orquídea de lugar. Si utilizas grava de tu jardín o del río, no olvides desinfectarla con una mezcla de agua y lejía, y aclararla bien.
5- La vainilla es una orquídea liana por lo que puedes cultivarla con un tutor. Pero no esperes vainas, ya que para polinizar la flor hace falta una abeja tropical.
6- Las orquídeas aprecian los taninos, así que puedes esparcir por el suelo trocitos de corcho del tapón de una botella de vino tinto, por ejemplo.