La amenaza de corte y extracción de árboles para fines comerciales, principalmente granadillo, ha provocado molestia entre los habitantes de la comunidad indígena de El Chagüite, de San Lucas, Madriz, pues temen que un ojo de agua desaparezca.
Doña Santos Aurelia Ramírez Pérez dijo que ella y sus dos hermanas, al igual que otras familias de la comunidad, se oponen a que corten esos árboles que están a pocos metros de la fuente de agua que utilizan para el consumo los habitantes de El Chagüite y una zona aledaña conocida como Moropoto.
“Cerca del ojo de agua hay un área nutrida de granadillos con más de cincuenta años de existencia, pero el dueño de la propiedad donde están los árboles solicitó permiso a la comuna para cortarlos y venderlos a madereros, sin tomar en cuenta que al extraer los árboles se va a secar la única fuente de agua que ahí tenemos, porque dos pozos ya se secaron”, dijo Ramírez.
LA PRENSA buscó en la Alcaldía de San Lucas a Manuel de Jesús Miranda, técnico ambiental, pero no se encontraba. Vía telefónica dijo que con base en la Ley 462 se le dieron avales para que de un grupo de 18 granadillos se corte y extraiga con fines comerciales tres árboles, pero que faltaba la aprobación del Marena e Inafor.
“Aquí les interesa más vender madera cortando árboles a como ocurre con el despale en Cusmapa, sin importarles que nos vamos a quedar después sin agua”, expuso Noé Rodríguez Moreno, de la comunidad El Chagüite.
El delegado departamental del Inafor en Madriz, Harry Quintanilla, no descartó que otorguen el aval para que se extraigan tres árboles. “Nuestros técnicos han revisado el lugar donde están los árboles y la fuente de agua que me hablás está a más de cien metros, además los árboles están viejos, podridos y con huecos y terminarán cayéndose”, dijo.
30 plantas deberá sembrar el dueño de la propiedad que pidió cortar tres árboles de granadillo, que según el Inafor, están podridos. Hay una comisión integrada por miembros de instituciones y líderes para tratar este tema.