“Estas elecciones están ensangrentadas, llenas de luto, de odio y dolor”, expresó el alcalde de Ciudad Antigua, Henry Quiñonez, en referencia al triple crimen ocurrido en Cerro El Coyol, comarca La Magdalena, de ese municipio ocurrido el 6 de noviembre y sobre el cual el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), concluyó este jueves que se trató de ejecuciones sumarias.
El informe del Cenidh determinó que los asesinados Nahúm Mendoza Arriola, Margarito Mendoza Sevilla, su yerno y el joven Santos Armando Pérez López, “fueron ejecutados y torturados”.
El Cenidh recomienda una investigación exhaustiva sobre las circunstancias en que murieron estas personas, la que debe incluir a militares y policías asignados a esa zona como posibles responsables y ejercer la acción penal correspondiente. Al tiempo que demanda el cese de la intimidación y hostigamiento en esa zona.
Reunión de solidaridad
Ante un grupo de alcaldes del antiguo PLI, excontras así como Luis Callejas, de la Coalición Opositora Nacional y Violeta Granera, del Frente Amplio Democrático, Quiñónez presentó las fotografías que demuestran como quedaron los cuerpos de las tres víctimas que, según dijo, recuerdan los episodios vividos entre los años de los ochenta y noventa.
Según el informe del Cenidh los tres cuerpos presentaban heridas en el cuello, cuchilladas en los pies y en otras partes del cuerpo. Dos de ellos tenían las piernas y pies quebradas, todos perforaciones por impactos de bala y charneles de granada.
Quiñonez les explicó a los presentes, la situación de zozobra que viven muchos excontras por la persecución que continúa “en contorno de las fronteras de los municipios vecinos de Mozonte, San Fernando, El Jícaro, y Telpaneca, con patrullajes, andan empujando las puertas y andan preguntando por gente excontra”.
Según dijo Quiñónez, estos le han transmitido que ahora sus mujeres e hijos van “muertos en llanto a acostarse… o no quieren que caiga la noche, porque se siente el tropel de animales vestidos de uniformes.Eso es lastimoso, eso es triste”.
“Ya abrieron heridas demasiado profundas”, afirmó Quiñónez, al tiempo que reiteró su temor a que él pueda ser involucrado más adelante en un hecho delictivo para desacreditarlo, asesinarle o ser encarcelado. “No tengo bandas de narcotraficantes, ni delincuentes, porque de eso es que nos tildan a muchos de los alcaldes”, advirtió Quiñonez a sus colegas.
Al lugar también asistieron María Eugenia López y Santos Andrés Pérez García, padres de Santos Armando Pérez López, quienes sostienen que su hijo había dejado su casa hace seis meses bajo el supuesto que iba a trabajar. A su madre le prometió que regresaría en diciembre.
Y aunque al conversar con LA PRENSA dijeron desconocer los motivos por los cuales el muchacho permanecía en el lugar del crimen ese 6 de noviembre, en el testimonio que ofrecieron al Cenidh según el informe dijeron que su hijo conoció a Nahúm, una de las víctimas, en 2015, cuando participó en protestas por demandas de cédulas.
Nelda Mendoza, hermana de Nahúm, dijo que si bien es cierto su hermano había dejado la casa para alzarse en armas por la persecución que sufría, ese día estaba desarmado. En el informe del Cenidh en los testimonios de la viuda de Margarito, Wendy Mendoza explica que esa mañana este había bajado al lugar con un machete a cortar leña y con el propósito de encontrarse con su suegro Nahúm y Santos Armando, pues tenían seis meses de andar alzados.
Media hora después Wendy Mendoza, dijo al Cenidh, que escuchó una fuerte detonación “presuntamente de granada de mano”, a los 10 a 15 minutos escuchó varias detonaciones de arma de fuego.
Delito no prescribe
El alcalde de Waslala, Luis Ramírez, recordó que la mayoría de los municipios del norte viven en inseguridad.
Luis Callejas, de la Coalición Opositora Nacional, recordó que la tortura a la que fueron sometidos los fallecidos, es un delito de lesa humanidad que no prescribe y no puede quedar en la impunidad.
A raíz de este hecho, dijo Callejas, “tenemos que estar todos juntos y abrir canales de comunicación”. Pero “van a tener que transformar Nicaragua en una tumba, si creen que la oposición se va a callar”.
Violeta Granera, por el Frente Amplio Democrático ( FAD), señaló que estos hechos le hacen recordar las tumbas clandestinas durante los años ochenta, y los crímenes de 300 miembros de la Resistencia Nicaragüense que a ella le tocó dar seguimiento desde un organismo de derechos humanos “y eso quedó en la impunidad”.
Los hechos ocurridos en Ciudad Antigua llevó a excontras, alcaldes liberales, junto a Callejas y Granera a plantearse la unidad como opositores sobre todo de cara a las elecciones municipales y la defensa de los espacios democráticos.
