La grandeza de un deporte está definida por la estatura de sus figuras, muchas de las cuales, más que respetadas, llegan a ser veneradas.
Babe Ruth, Ted Williams, Willie Mays, Mickey Mantle y Hank Aaron, son pilares en los que se sostiene el beisbol. No se les cita con ligereza.
Excepto si aparece un fenómeno como Mike Trout y acumula cifras que aguantan comparación con leyendas de cualquier época.
Quizá sin proponérselo, Trout se ha vuelto el Mantle de estos días. El pelotero de las cinco herramientas, que además une agallas y clase.
Tras seis campañas —cinco completas— el equilibrio es claro. Y cuando las cifras son parecidas, las comparaciones son difíciles de ignorar.
A esta altura, Mantle tenía 808 juegos, Trout 811. Mantle acumulaba 2,994 turnos, Trout 2,997. Mickey llevaba 907 hits, Trout 917.
En lo que respecta a jonrones, Mantle sumaba 173, Trout 168. En remolques, el de los Yanquis 575 y el de los Ángeles 497. En promedio, Mantle .308, Trout .306.
Desde luego, lo esencial es ver si Trout continuará con el ritmo. A todos nos queda la impresión que su mejor época todavía no ha llegado.
A sus 25 años, ha sido dos veces Más Valioso y tres segundo lugar. Mantle logró su primer MVP a los 25 años, pero luego agregó dos más.
Mantle se retiró a los 36 años. Para entonces tenía 536 jonrones y seis títulos de Series Mundiales, en las que se llevó la cerca 18 veces.
Las probabilidades están en contra de cualquier joven como Trout que viene emergiendo como uno de los más grandes de la historia.
Las posibilidades de una lesión o la ineficacia imprevista , siempre asoman. No lo sabemos. Ojalá no ocurra.
Por ahora, solo veámoslo.
Lo cierto es que este chavalo, que poco a poco se hace hombre, está avanzando sin freno hacia la grandeza.
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