Virgilio Godoy (quien nació el 1 de mayo de 1934 y falleció el 17 de noviembre de 2016) fue un eminente político democrático de Nicaragua.
En su juventud luchó de manera tenaz e inclaudicable contra la dictadura somocista. Después criticó con enérgica franqueza las desviaciones totalitarias de la revolución sandinista. Y durante toda su trayectoria abogó por un régimen político basado en la democracia liberal —entendida esta no como el gobierno de un partido que lleve ese nombre, sino como un sistema de valores e instituciones— que necesitaba y todavía necesita Nicaragua.
En 1958 Godoy fue combatiente en la guerrilla del general Ramón Raudales, sobreviviente del Ejército de Sandino, en la cual combatió contra la Guardia Nacional en las montañas de Nueva Segovia. Después que aquel foco guerrillero fue derrotado por la dictadura, se marchó al exilio y regresó a Nicaragua en los años sesenta para dedicarse a la lucha política contra el somocismo y con ese fin se incorporó al Partido Liberal Independiente (PLI).
Después que cayó la dictadura somocista, Godoy fue ministro del Trabajo mientras su partido, el PLI, formaba parte del progubernamental Frente Patriótico de la Revolución (FPR) liderado por el FSLN. Pero poco tiempo después criticó la desviación totalitaria de la revolución sandinista, rompió la alianza del PLI con el FSLN y se presentó como candidato presidencial para las elecciones del 4 de noviembre de 1974. Sin embargo, antes de los comicios retiró su candidatura porque no había ninguna garantía de que serían libres y competitivos.
Después de los Acuerdos de Esquipulas para la pacificación de Nicaragua y Centroamérica por medio de la democratización, el PLI formó parte de la Unión Nacional Opositora (UNO) y Godoy compitió internamente por la candidatura presidencial para las elecciones del 25 de febrero de 1990. Fue derrotado por doña Violeta Barrios de Chamorro, pero hizo fórmula con ella en la campaña electoral como candidato a la vicepresidencia de la república.
En las siguientes elecciones, celebradas en noviembre de 1996 y en la cual participaron 23 partidos y alianzas, Virgilio Godoy fue candidato presidencial por el PLI, pero quedó en el undécimo lugar, con solo 5,692 votos equivalentes al 00.32 por ciento del total. Sin embargo, a pesar del escaso respaldo electoral a su aspiración presidencial, Godoy fue un incansable luchador por la democracia. Y hombre de mucha valentía personal, como lo demostró en la guerrilla de Raudales y cuando fue secuestrado junto con los miembros del Consejo Político de la UNO, en agosto de 1993, por una banda armada del FSLN.
Pero por encima de todo, Virgilio Godoy fue un hombre íntegro, incorruptible, lo cual es un enorme mérito en un país cuyas defensas éticas en el ámbito de la política partidista se encuentran extremadamente debilitadas.
Como todos los que se dedican a la política, fue criticado y respaldado, tuvo amigos y adversarios, inclusive enemigos como lo fueron sin duda los defensores de las dictaduras. Pero el doctor Virgilio Godoy, por cuyo fallecimiento enviamos por este medio nuestras condolencias a sus familiares y amigos, ocupa un lugar destacado en la historia política nacional como lo merece un gran luchador por la libertad y la democracia.