La sangre encontrada en una carretilla pertenece a la víctima Ángela Verónica Crespo, según un análisis genético realizado por el Instituto de Criminalística y Ciencias Forenses.
Esa carretilla fue la que utilizó el acusado Silvio Javier Mayorga González, para ir a tirar el cuerpo (sin vida) de la joven Crespo, el pasado 11 de octubre en un cauce de San Judas.
La fiscal Eyling Cruz Rojas presentó esa pericial como parte de ampliación de pruebas contra el acusado Mayorga, quien es señalado por la Fiscalía de los delitos de tentativa de violación y asesinato en perjuicio de Crespo.
La juez Primero Especializado en Violencia, Fabiola Betancourt, admitió la ampliación de la prueba.
Según la Fiscalía, entre las 7:30 y 8:00 de la noche, del pasado 9 de octubre, la víctima Crespo se dirigió al bar Tiki-Bar, ubicado en el barrio Miraflores, del Distrito Dos, y se encontró con el acusado Mayorga, donde ingirieron licor, retirándose ambos del lugar a las 9:00 p.m. para dirigirse al barrio San Judas.
En el cuarto, Mayorga la agredió por negarse a tener relaciones sexuales y la golpeó con objeto contuso (ladrillo de piso), en la parte posterior de la cabeza, y le ocasionó hemorragia interna.
El supuesto asesino, a eso de las 2:00 de la madrugada del lunes 11 de octubre, introdujo el cuerpo de la joven dentro de bolsas color negras y lo trasladó al cauce en una carretilla.
Peticiones de la defensa
El abogado Jacinto Miranda, defensa de Silvio Mayorga, solicitó a la juez que se declarara incompetente de conocer el caso porque eran delitos comunes y era competencia de un Juzgado de Juicio; también solicitó el rechazo de la ampliación de pruebas porque no fue presentado en el tiempo que establece la ley (diez días antes que inicie el juicio). La judicial rechazó las peticiones.