La diabetes es una enfermedad que afecta a gran parte de la población y cada vez más ocurre en personas de menor edad, por eso durante todo el mes de noviembre hemos dedicado espacio para comentar de los riesgos, formas de prevenirla o controlarla. Esta vez hablaremos de las complicaciones que se pueden presentar si no se cuida. Las complicaciones de la diabetes pueden ser de dos tipos “microvasculares” y “macrovasculares”.
Microvasculares, afectan los vasos sanguíneos pequeños, dando como resultado lesiones en los ojos que puede terminar en ceguera, daño en los riñones que puede causar “enfermedad renal diabética” en distintos grados hasta llegar a insuficiencia renal crónica y requerir diálisis o trasplante renal; daño en los nervios que causan impotencia sexual y pie diabético, con las consecuentes amputaciones por las infecciones conocidas como gangrena.
“Las complicaciones macrovasculares son enfermedades cardiovasculares, como los ataques cardiacos, los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia circulatoria en los miembros inferiores”. Todas esas condiciones afectan la calidad de vida y aumentan las probabilidades de incapacidad o muerte temprana, antes de los 70 años.
Muchos estudios han mostrado que estas complicaciones se pueden prevenir asumiendo la responsabilidad de su cuidado: asistiendo a consulta médica regularmente, cumpliendo con el tratamiento indicado, realizando actividad física moderada, aprendiendo sobre la enfermedad y consumiendo la alimentación adecuada. Las personas con diabetes deben seguir la alimentación saludable recomendada para todas las personas. No existe dieta especial para diabéticos.
Deben establecer horario para comer, controlar cantidad y tipo de carbohidratos que consumen. Para cocinar carnes, aves, pescados, vegetales y almidones prefiera métodos de cocción que requieren poca cantidad de grasa añadida o sin ella: cocido, al vapor, asado, a la plancha, horneado, salteado.
Utilice recipientes antiadherentes, que le permiten usar menos grasa. Evite manteca, margarina, mantequilla, prefiera los aceites de soya, maíz, girasol, olivo, aguacate y semillas.
Pastas y arroces cocínelos al dente, firmes, no duros ni muy cocidos, igual con las papas. Evite puré, arroz aguado y pastas muy suave, esto hace que su azúcar en la sangre se eleve rápidamente, por esta misma razón evite comer panes, tortillas tostadas. Prefiera pan integral o tortilla suave, papas cocinadas enteras con cáscara.
Utilice condimentos naturales. Evite excesos de sal, cubos sazonadores, salsamentaría industrializada.
Añada vegetales sin almidón a sus carnes, pastas, papas, arroces y otros. Que la mayoría de comida en su plato sea vegetales sin almidón.
Prefiera pequeñas cantidades de frutas naturales sin sal y sin azúcar o miel añadidas. No prepare frutas en jugos, refrescos o batidos.
Idealmente lleve monitoreo de su glucosa con un glucómetro, al menos tres veces por semana en ayunas y una o dos veces hágalo también dos horas después de comer, generalmente la meta es menos de 130 mg/dL en ayunas y menos de 180 mg/dL después de comer.
Su médico puede darle una meta diferente. Si no puede llevar el automonitoreo de glucosa, cada tres meses hágase en el laboratorio Hemoglobina glucosilada, debe estar en menos de 7 por ciento para evitar las complicaciones descritas.