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Boaco

Unas treinta mujeres trabajan en el Centro de Aprendizaje para mejorar el nivel de vida de sus familias. LA PRENSA/M.RODRÍGUEZ

Trabajan para su comunidad en Boaco

Educación, salud y recreación son parte de los ejes de trabajo del Centro de Aprendizaje Amistad y Solidaridad, cuya creación ha permitido a las mujeres empujar la economía de su localidad.

Educación, salud y recreación son parte de los ejes de trabajo del Centro de Aprendizaje Amistad y Solidaridad, ubicado en la comarca Las Lagunas, en el municipio de Boaco, cuya creación, hace doce años, ha permitido a las mujeres empujar la economía de su localidad.

Según Reyneris Sobalvarro, coordinadora del Centro de Aprendizaje, el proyecto es impulsado por Yudy Miller, Linda Weber y un grupo de ciudadanos estadounidenses, cuyo objetivo es ayudar a mejorar el nivel de vida de las mujeres, niños y jóvenes en la comunidad.

“Nos hicieron este Centro de Aprendizaje, nosotras trabajamos aquí, pero ellas nos donan el material con que hacemos edredones, almohadas, cojines y vestidos, con eso pagamos los gastos del centro y ayudamos a las personas con necesidad en la comarca”, relató Sobalvarro.

Unas 30 mujeres forman parte del centro. Se ayuda con la limpieza de la comunidad, el centro escolar, el centro de salud y sobre todo en la formación de ellas mismas a través de talleres de manualidades, costura y cocina.

“Nosotros tomamos los cursos de Inatec y los replicamos a las mujeres de la comunidad, con el ánimo de enseñarles para que se ayuden a ellas mismas. Aquí está abierto para todo el que quiera venir a aprender. Lo más bonito es que las mujeres han salido adelante a través del aprendizaje”, agregó Sobalvarro.

La mayoría de los edredones, almohadas y fundas que se elaboran en el centro son hechos con trozos de tela que sobran de alguna otra costura, por lo cual los precios son asequibles. Cuestan entre 180 y 200 córdobas, en dependencia del tamaño. Esta actividad ha permitido que las mujeres generen un ingreso para sus hogares.

Las nuevas generaciones

Para Amy Romero, el Centro de Aprendizaje es una parte importante de la comunidad, puesto que ayuda a los jóvenes a adquirir nuevos conocimientos, que les serán útiles en la vida. Hace cuatro años ella empezó como aprendiz y actualmente puede elaborar pulseras, collares, fundas y edredones.

Joaner Rugama, solo tiene dos años de estar en el centro. “Esto (el centro) no solo me llamó la atención a mí sino a varios jóvenes de la comunidad, porque uno no tiene trabajo, pero con eso ya se defiende y gana su poquito”, argumentó el estudiante de secundaria.

Atención a todos

El Centro de Aprendizaje es dirigido por Reyneris Sobalvarro, Gilma Ramos y Marbelly Díaz y forma parte del Programa Amistad y Solidaridad, con el fin de ayudar a la población de la comarca Las Lagunas, sobre todo a mujeres, niños y jóvenes.

Dicho programa también ayuda al centro escolar de la comunidad, con donaciones de útiles escolares a los más necesitados y algunas becas para los estudiantes que empiezan sus carreras universitarias.

 

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