Pobladores de los balnearios de Las Peñitas y Poneloya no acataron la alerta de tsunami, que decretó este jueves el Gobierno de Nicaragua, luego del terremoto de 7 grados, a 15 kilómetros de profundidad, frente a las costas de El Salvador.
En Poneloya, a pesar de que las autoridades insistieron en que salieran de sus casas, la mayoría prefirió quedarse en sus hogares.
Algunos pescadores de esa zona incluso andaban pescando y evacuaron a pesar de la alerta.
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Sin embargo, la actitud de los turistas fue diferente, pues al menos unos 60 extranjeros que se encontraban en la Isla Los Brasiles fueron evacuados y llevados a una zona alta en Poneloya.
Otros 30 turistas extranjeros que se encontraban en Las Peñitas fueron evacuados, de igual manera el personal de varias empresas camaroneras suspendieron sus labores durante la alerta de tsunami.
En el lugar había camiones, camionetas, cinco ambulancias de la Cruz Roja Nicaragüense, policías, bomberos y miembros de la Defensa Civil para accionar y salvaguardar la vida de la población.
Los pescadores manifestaron que todo estaba calmo y que no hubo necesidad para alarmarse.
Informaron que la alarma de tsunami en Poneloya no se escuchó. Marcio Ocón, presidente de la Cruz Roja, dijo que no hubo reporte de daños materiales.
“Nosotros siempre estamos en alerta ante cualquier eventualidad”, dijo Ocón.