El paso del huracán Otto por Nicaragua dejó al menos a 10,143 ciudadanos evacuados en 69 comunidades del Caribe Sur, Zelaya Central, Río San Juan y Rivas, informó al mediodía de este viernes la vocera del Gobierno, Rosario Murillo.
El Gobierno aún no ofrece un balance general de los estragos causados por Otto. Sin embargo, el alcalde de San Juan de Nicaragua o Greytown, Misael Morales, dijo a periodistas que ese municipio soportó por más de tres horas el impacto directo de Otto, como huracán y dejó, según el reporte preliminar, 564 casas inhabitables en el casco urbano. En la zona rural aún no se contabilizan los daños, aclaró.
El ojo del huracán Otto, con vientos sostenidos de hasta 175 kilómetros por hora, tocó tierra el jueves en ese municipio costero, donde queda la desembocadura del Río San Juan, según el director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Marcio Baca.
En Cárdenas
Murillo informó además de desborde de ríos, corte de fluido eléctrico, caídas de árboles y deslizamientos de tierra en el municipio de Cárdenas, al suroeste de Nicaragua, fronterizo con Costa Rica.
El Gobierno mantiene el estado de emergencia nacional a causa de Otto, que la noche del jueves salió del territorio nacional hacia el océano Pacífico, en categoría de tormenta tropical.
“Vamos a hacer una exploración aérea para ver cuál fue el impacto del huracán. Vamos a recorrer toda la ruta que hizo y evaluar no sólo los daños en las viviendas, sino también en el medioambiente”, dijo Guillermo González, codirector del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
Sin comida
Familias que fueron evacuadas en San Carlos, Río San Juan, comenzarón a regresar a sus casas este viernes y algunas de ellas no encontraron todas sus pertenencias, pese a que la Policía Nacional realizó rondas en los barrios donde hubo una evacuación masiva.
Además muchas familias se quejaron de que en los albergues no les dieron de comer. Santos Benavides, habitante del barrio anexo al 19 de julio, se mostró preocupada porque a su regreso no tenía comida para su familia y menos medicamentos, por si alguien se enfermaba.
“Nos sacaron ayer (jueves) en la tarde al ver que la lluvia y los vientos estaban recios y estuvimos a salvo en los albergues, pero hoy no tenemos qué comer”, dijo Benavides.
San Carlos continúa sin energía eléctrica y los zarpes comerciales aún no vuelven a la normalidad. Las autoridades locales y de la Fuerza Naval se han negado a trasladar a las zonas afectadas al equipo periodístico de La Prensa, que se encuentra en el sitio dando cobertura a la emergencia.