En la decadencia de sus últimos años en el boxeo, el excampeón del mundo José “Quiebra Jícara” Alfaro tiene este sábado la oportunidad grandiosa de pelear con el tailandés Jason Pagara, quien, para poner en contexto, es el clasificado número uno de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) de las 140 libras.
¿Qué esperar de Alfaro esta mañana (noche en Filipinas) ante un Pagara en pleno estado de ebullición, cinco años menor que él y con el golpe emocional de haber perdido a su padre hace pocos días? Son las incógnitas, pero una mirada a su pelea reciente, puede dar ciertas luces.
Alfaro se aferró a la sorpresa de noquear con un golpe a Pedro Campa en México, en el mes de abril; lució pesado y cansado con el paso de los minutos, y se acobardó al punto de negarse a salir de su esquina en el cuarto round. Esta vez se preparó dos meses con su entrenador de cabecera Gustavo Herrera.
“Debo boxearle vivo a Pagara, con mucha candela. Verán en mí a un ‘Quiebra Jícara’ encendido. Tengo que pasar golpes, he trabajado en eso y utilizaré el jab para mantener la distancia. Vi a Pagara y me parece un tipo presumido, nada relevante. Sé que mi experiencia me sacará a flote”, comentó Alfaro, vía telefónica desde Filipinas.
Gancho al hígado
A solo minutos de abordar el vuelo a Holanda, estando en Panamá, Alfaro recibió la noticia de la muerte de su padre. Iba rumbo al continente asiático y no tuvo intenciones de regresar.
“Lógicamente siento nostalgia. Se fue alguien tan importante en un momento en el que no pude decirle adiós. Mi papá se sentiría contento de que me fuera a pelear para volver con una victoria, por eso no creí conveniente volver. Estoy lleno de valor y esta pelea se la dedico a él”, comentó Alfaro, quien estará de regreso al país la noche del lunes.
Muy pelgiroso
Jason Pagara (39-2-0, 24 KO’s) ha ido adquiriendo reconocimiento a nivel internacional por la manera contundente de acabar los combates. Ocho de sus diez últimos compromisos los ha ganado por la vía del nocaut.
El nicaragüense Santos “El Toro” Benavides fue víctima del filipino, quien lo noqueó en apenas dos asaltos en octubre del año 2015.