Antes de entrar en los detalles sobre el compromiso que tenemos los nicaragüenses este primero de diciembre, deseo patentizar mi más profundo respeto y admiración, por aquellos hombres y mujeres que se abstuvieron de participar en la farsa electoral del pasado 6 de noviembre, así como a los que participaron bajo presión, pero que anularon su voto. Jamás el partido de gobierno y sus secuaces del Consejo Supremo Electoral (CSE) esperaron tan contundente rechazo de un pueblo que en más de un 70 por ciento les dijo basta ya. Los números que se inventó el CSE, no lograron engañar a la comunidad internacional y por supuesto que tampoco a nuestro pueblo que en todo momento vio los centros de votación vacíos.
Fue tan contundente el repudio a los participantes de la farsa, que el Gobierno ha tenido que desplegar toda una campaña de infamias contra las organizaciones que se opusieron al fraude, destacándose entre los difamadores, los orteguistas de nuevo cuño, que sin importarles el ridículo que hacen y el desprecio que demuestran hacia ellos sus nuevos socios, con el mayor desparpajo se han dado a la tarea de pretender vendernos que lo robado, robado está.
Este es el escenario que encontrará este primero de diciembre el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), razón por la que se hace necesario que esa gran marcha nacional que está siendo convocada por organizaciones civiles y partidos políticos, tenga el apoyo de los que nos abstuvimos de participar en la farsa del 6 de noviembre. La razón es sencilla y el compromiso de asistir es inmenso, pues participando le demostraremos una vez más al mundo que somos una nación que sigue luchando por su libertad y por su derecho a vivir en democracia.
Al momento de escribir este artículo, con mucha sorpresa leo en LA PRENSA que la agrupación política, que dirige el señor Eduardo Montealegre, solicitó su personería jurídica ante el CSE, el mismo que acaba de orquestar un nuevo fraude hace menos de treinta días. El movimiento por la libertad del señor Montealegre, tiene todo el derecho a solicitar dicha personería, pero hacerlo tres días antes de la venida del secretario general de la OEA, es validar lo que dicen los microfoneros del régimen (lo robado, robado está) cosa que jamás admitiremos los que no aceptamos los resultados de la pasada farsa electoral. Aprovecho para felicitar al excandidato a la presidencia Luis Callejas por su decisión al retirarse de la coordinación del movimiento que lo propuso como candidato presidencial, por no estar de acuerdo con la decisión de solicitar una personería jurídica que lleva el sello de zancudismo, espero que la actitud de Callejas haga reflexionar a quien ordenó semejante desacierto.
Pero volviendo al compromiso que tenemos los nicaragüenses el primero de diciembre, este es un compromiso totalmente coherente con la actitud digna asumida al no votar o votar nulo, esa expresión cívica de marchar como demostración de rechazo a la ilegitimidad del proceso y sus resultados, es lo que los organismos internacionales y las naciones democráticas esperan, para terminar de definir su apoyo a nuestra demanda de una elección con árbitros creíbles y observada por organismos serios, en otras palabras el primero de diciembre le diremos al régimen y sus acólitos que lo robado, robado no está.
El autor es analista político.
