Pese a los avances que en materia económica Nicaragua ha logrado en los últimos años, el país necesita cambios para seguir avanzando y estas transformaciones requieren de un liderazgo político con legitimidad y hegemonía que ante la crisis que atraviesan las instituciones electorales está en riesgo de caer en un proceso de deslegitimación paulatina, advierte la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Es por ello que “Funides no puede evitar analizar y pronunciarse sobre situaciones que afectan la institucionalidad del país y nuestros derechos civiles como son el derecho de participación política, de movilización y la libertad de expresión”, dijo el vicepresidente de la organización, Gerardo José Baltodano Cantarero, durante la presentación del III Informe de Coyuntura Económica 2016, realizada este jueves en un hotel capitalino.
Baltodano recordó que el liderazgo se construye abriendo y promoviendo posibilidades de expresar desacuerdos políticos y opciones diferentes de políticas públicas y nunca callándolas y menos, excluyéndolas.
El centro de pensamiento advierte que de no revertirse la crisis que afecta al poder electoral del país, el liderazgo político puede caer en la deslegitimación.
Esto a su vez debilitaría “nuestra capacidad de seguir avanzando en lo económico, la seguridad ciudadana y la estabilidad social, todo lo cual se revierte de forma negativa en el bienestar de los más pobres”, sostuvo Baltodano.
También señaló que a la “crisis de credibilidad que existe en las instituciones electorales se le suma otra crisis en el ámbito social, de igual o quizás mayor importancia, que es la crisis de la educación”, situación que exige cambios urgentes.
No obstante, para lograr estos cambios es fundamental transformar la estructura económica para elevar la productividad, pero también que el país tenga instituciones sólidas e inclusivas que los promuevan.
Pero el entorno actual de crisis institucional impide que las instituciones alcancen, a través del consenso económico y político, la solidez e inclusividad que el país necesita para crear las condiciones necesarias con el fin de alcanzar el crecimiento que propicie el tan ansiado desarrollo sostenible, indispensable para reducir significativamente la pobreza.
El problema, según Baltodano, es que estas “instituciones en Nicaragua se encuentran en estado naciente y en desarrollo que exigen un consenso no solo en el área económica, sino también en las esferas política, institucional y social para consolidarse y así dar paso al desarrollo equilibrado que todos anhelamos”.
Baltodano puntualizó que ante la situación que enfrenta el país, Funides acoge con “esperanza el establecimiento del diálogo emprendido por el Gobierno de Nicaragua con la Organización de Estados Americanos” y confía en que “será un diálogo serio y constructivo que lleve a concretar soluciones específicas a los problemas que aquejan en el sistema político nicaragüense”.
Afecta la inversión
La paralización que enfrentó el tráfico el pasado miércoles en varias zonas del país, como consecuencia de acciones para impedir una marcha ciudadana, provocó que un inversionista que buscaba local en la zona de Carazo para instalar un call center abandonara el país.
“Le tocó venir durante estos días y le fue muy difícil movilizarse, estaba buscando fuera de Managua una ubicación para generar una zona franca de quinientos empleos y no se pudo movilizar y hacer su trabajo”, dijo el director ejecutivo de Funides, Juan Sebastián Chamorro.