La persona autodestructiva exhibe conductas conscientes e inconscientes que sabotean su propia salud, felicidad y el cumplimiento de logros a largo plazo.
Este tipo de conducta se puede observar de forma directa como por ejemplo causándose la muerte o de una forma indirecta por medio de autocastigos por situaciones que no se pueden controlar, como por ejemplo la ruptura en una relación, esta persona comienza a desvalorizarse ante la pareja, priorizando las necesidades y sentimientos del otro, suplicando por amor y permitiendo humillaciones, lo que viene a causar baja autoestima, deterioro en la autoimagen, depresión y ansiedad, al punto de llegar a un camino sin salida en la toma de decisiones que favorecerán su desarrollo integral.
De igual forma se ven al momento de escoger situaciones que dan lugar a la decepción, fracaso o algún tipo de maltrato, temor o negativismo ante acontecimientos personales positivos y realizando excesivos autosacrificios en favor de los demás con tal de ser del agrado de las personas que lo rodean.
Muchas veces se caracteriza a la persona por problemática e insegura, sin tomar en cuenta que este es un problema que el individuo no puede enfrentar por sí solo, ya que muchas veces sus pensamientos se sobrepasan, incrementando el estrés y ansiedad ante lo que está viviendo.
Por ende es importante mencionar que las conductas autodestructivas tienden a ir aumentando si no son tratadas a tiempo, es necesario contar con un grupo primario de apoyo y ayuda profesional que de las herramientas y estrategias para enfrentar este tipo de problemática.
El saber, conocer y entender, el porqué de sus emociones, les permitirá tener un poco de control sobre sus actos y cómo manejarlos. Es importante conocer la raíz del problema, conocer las razones y empezar a entenderlas, para así luego poder realizar un cambio en sus vidas.