14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Humberto Belli Pereira

El CNU es fidelista

No le sorprenda lector saber que las universidades públicas de Nicaragua no están en manos de demócratas, sino regidas por una cúpula de simpatizantes del comunismo. Lo confesaron recientemente los dirigentes del Consejo Nacional de Universidades (CNU), en su campo pagado sobre la muerte de Fidel Castro.

Veamos dos de sus párrafos: “El compañero Fidel dedicó toda su vida a la lucha por la Revolución, por un mundo justo y solidario para Cuba y para el Mundo”.  “Con el liderazgo de Fidel, Cuba se convirtió en un ejemplo mundial en dignidad, en desarrollo humano integral, en protección social, en salud, cultura, deporte, ciencia, educación…”.

Es decir, el CNU, declara, sin ambages, que la Cuba de Castro es un ejemplo, algo digno de imitación. El problema, o la realidad objetiva, es que aparte de los pretendidos avances sociales que proclama la propaganda del régimen, Cuba es una nación manifiestamente comunista, es decir, un país con un sistema de partido único —el partido comunista cubano— sin independencia de poderes, con todo el aparato productivo en manos del Estado, sin libertad de pensamiento, y con un altísimo nivel de represión.

Que los comunistas admiren este tipo de sociedad es entendible. Pero jamás se le ocurriría a un demócrata, es decir, alguien que aprecia las libertades, la desconcentración del poder, la economía libre, y los derechos humanos, considerar como ejemplo a un régimen o líder que representan la negación rotunda de estos principios. ¿Que da de comer a su pueblo? ¿Que le cuida la salud?

Quizás, y con muchas reservas; ¿Pero justifica esto lo otro? ¿Acaso no lo hacen también los dueños de los zoológicos?
Un ser humano es mucho más que un animal. Es un ser cuya libertad no puede negarse sin ofender gravemente su dignidad. Es un ser a quien se degrada cada vez que un Estado lo manipula, le ordena, lo intimida o le impide escoger, opinar o moverse. Y nadie, nadie honrado y objetivo, puede negar, que la sociedad que Castro impuso en Cuba —con la fuerza y el engaño— es la menos libre de toda América Latina. Sociedad donde está plenamente documentado la ausencia de libertades fundamentales y donde su líder ha fusilado a más de tres mil personas y encarcelado y torturado a decenas de miles más —por algo nunca ha permitido visitas en sus mazmorras de la Cruz Roja Internacional ni de agencia alguna de derechos humanos—.

Y si es deprimente que algunos gobernantes y sectores de izquierda sigan admirando a Castro —en gran parte por “el mérito” de su virulento antiamericanismo— lo es más que lo hagan los rectores del CNU. Realmente es una mala noticia para nuestra democracia que los principales encargados de formar a nuestra juventud universitaria sean admiradores de un tirano. Malo, en extremo, que los llamados a promover el espíritu crítico, el intercambio de ideas, la libre discusión del pensamiento —que son actividades esenciales del quehacer universitario—, tengan de ejemplo a un hombre que aplastó en su país el debate, impuso la ideología comunista como la única válida en el currículo educativo y prohibió la disidencia.

No sorprende, por tanto, que hoy día nuestras universidades públicas se hayan partidarizado, que se impida el ingreso de conferencistas o catedráticos opositores del régimen, y que no brille en ellas el más mínimo destello de conciencia crítica. Lo explica la ideología de sus líderes. Para nuestro futuro democrático no solo habría que cambiar a los desprestigiados miembros del Consejo Supremo Electoral, sino también a los trasnochados rectores comisarios del CNU.

El autor fue ministro de Educación en el gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro.
[email protected]

Opinión CNU Fidel Castro archivo

COMENTARIOS

  1. Ramon Salgado Valle
    Hace 7 años

    Lo hice, y no lo publicaron. ¿Por qué?

  2. Ramon Salgado Valle
    Hace 7 años

    “Realmente es una mala noticia para nuestra democracia que los principales encargados de formar a nuestra juventud universitaria sean admiradores de un tirano”. ¡Exacto, Pero no solo eso! ¿Será que ignoran el escape de rusos, hombre y mujeres, lo mismo que cubanos/cubanas? Tengo pruebas que todos los que pudieron, escaparon del nefasto comunismo. Opino que si ellos hubieran estado en el paraíso, ¿por qué escaparon al odiado capitalismo? No hay respuesta convincente a esta pregunta.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí