Los vehículos que la Policía le ocupó a la dirigente campesina, Francisca Ramírez, en represalia por organizar una caravana anticanal, siguen en el estacionamiento de la delegación de Nueva Guinea, con múltiples daños.
Sin embargo, el jefe policial del lugar, comisionado Arnulfo Rocha, no solo se negó a recibirla, sino que tampoco le ofreció una explicación sobre los motivos de la disposición.
La mañana de este lunes, Ramírez viajó a Nueva Guinea, acompañada de un grupo de personas, entre ellas Mónica López, quien asesora al movimiento campesino, y Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Ramírez no pudo encarar al funcionario policial porque este se ocultó cuando la líder campesina dijo: “Vengo a que devuelvan mi camión y mi camioneta”.
Una agente negó la presencia de Rocha pese a que Ramírez lo vio cuando asomó el rostro. La líder campesina llamó a su teléfono celular y le expresó: “No hagamos las cosas más grandes, comisionado, vengo con toda la paz y tranquilidad a pedir mis vehículos”.
Ante la falta de respuesta de parte de Rocha, Ramírez dijo en voz alta en la delegación policial: “¡Yo no voy a callar porque se roben el camión y la camioneta!”. Al tiempo que indicó que la comunidad la respalda porque le devuelvan sus bienes.
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Policía ocupó vehículos
El camión, placas JI 6441, le fue ocupado a Ramírez el 29 de noviembre, cuando en el sector de La Lechera, Nueva Guinea, la Policía impidió el avance de una caravana campesina —contra el proyecto del Gran Canal— que se dirigía a Managua.
La camioneta, placas 064-376, en cambio fue retirada del sitio donde Ramírez la dejó estacionada.
Ante la ausencia del funcionario policial en la delegación, Ramírez llamó nuevamente a Rocha por teléfono y este únicamente le contestó: “Ya le aviso”. Pero nunca apareció.
Secreario político también evadió a doña Francisca
Sin embargo, los oficiales estuvieron muy solícitos de permitir el paso hacia la oficina del funcionario policial, al secretario político municipal Gerald Morales, a quien Ramírez le gritó que ordenara a los policías le devolvieran sus vehículos. Este nunca se dirigió a la reclamante.
A eso de las 3:00 p.m., el abogado y notario público, Noel Antonio López, frente a la delegación policial leyó la escritura pública número 291, en la que hace constar ante dos testigos, que Ramírez se presentó a reclamar los vehículos sin que fuese recibida por la autoridad. Al tiempo que hizo un recuento de los daños en los dos vehículos cuyo costo asciende a 27,330 córdobas, sin incluir el pago de la mano de obra.
Los daños
En la escritura describe que al camión le arrancaron “dos ojos de bueyes (y) dos bastones, y dos focos (fueron) quebrados, así como el vidrio delantero dañado”, según su propietaria, por pedradas lanzadas por los antimotines cuando reprimieron a los campesinos que intentaban avanzar hasta Managua. Y en el caso de la camioneta, el cristal delantero y la puerta izquierda resultaron dañados por las tropas antimotines.
Heridos estables
Antes de viajar a Nueva Guinea, Francisca Ramírez pasó por el Hospital Asunción, de Juigalpa, donde están dos heridos como resultado de la represión policial en Nueva Guinea.
Ambos necesitarán una intervención quirúrgica, según dijeron los médicos a sus familiares.
Pedro Guzmán, a quien la bala en el abdomen le provocó la extracción de varios órganos, en tres meses necesitará de una segunda cirugía, dijo su esposa María Luisa García.
En el caso de Alexander Hurtado, de la colonia La Unión, herido de bala en el brazo izquierdo, su hermano Pedro Pablo Hurtado explicó que aún no ha sido intervenido porque hasta ahora empieza a desinflamársele el brazo.
Hurtado estaba cerca de su hermano cuando el 29 de noviembre, en el sector de La Lechera, fue alcanzado por una bala de fusil disparada por la Policía.
Y según cuenta, no había ninguna justificación “para que (la Policía) nos hubiera recibido así“, en referencia a los gases, balas de goma y plomo lanzados por los antimotines.
“Jamás en la vida esperé que esto iba a suceder, (él) estaba defendiendo sus derechos, por eso sucedió eso, no queremos quedar en la calle”, afirmó Pedro Pablo.
Por otro lado, el movimiento campesino reportó que los campesinos que habían desaparecido inicialmente en El Tule, han ido apareciendo, pues lo que sucedió fue que ante la represión policial estos se dispersaron por el monte.
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