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Sergio García Zamora ganó el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016 con un diálogo entre personajes ilustres de las artes, la pintura y la escritura. Fotografía de Marta Leonor González

Sergio García Zamora ganó el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016 con un diálogo entre personajes ilustres de las artes, la pintura y la escritura. Fotografía de Marta Leonor González

Conozca por qué los versos de Sergio García Zamora ganaron el Rubén Darío 2016

El poeta cubano Sergio García Zamora recibió de manos del director del Instituto Nicaragüense de Cultura el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016.

El poeta cubano Sergio García Zamora recibió de manos del director del Instituto Nicaragüense de Cultura, Luis Morales, el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016, como parte de las actividades del centenario de la muerte del conocido Padre del Modernismo Literario.

García, nacido en Esperanza, Villa Clara, en 1986, lleva en su bibliografía doce libros publicados, algunos en Cuba y Estados Unidos, y una docena de premios.

El jurado —compuesto por Jorge Eduardo Arellano, Nydia Palacios y la Ana Ilce Gómez— consideró que el trabajo del cubano es un “homenaje lúcido a grandes poetas de occidente, además de mencionar pintores, músicos y artistas a través de logrados poemas en prosa”.

El Premio Rubén Darío está dotado de 5,000 dólares y la publicación de la obra ganadora, Resurrección del Cisne, que el escritor presentó bajo el seudónimo de Phocas el Campesino.

EL FRÍO DEL VIVIR

El poeta cubano tiene dos hijas. Trabaja en Cuba como investigador literario y ha editado algunos textos para la Editorial Capiro sobre todo libros de poesía para niños.

Es licenciado en letras por la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas y también este año ganó el Premio Loewe a la Creación Joven por El frío del vivir, una obra en la que —destacó el jurado— combina “una percepción singular del mundo” y muestra su “dominio tanto del poema en prosa como del poema en verso”. Galardón que retirará en un acto oficial en el próximo mes de marzo en España.

Por un momento el poeta cubano deja su apretada agenda de encuentros y talleres y recrea en breve sobre cómo concibe su poesía premiada, visiones, obsesiones y autores de consulta.

¿Cómo llega el Premio Internacional Rubén Darío 2016 a su vida. Impresiones?

El Instituto Nicaragüense de Cultura, INC, me comunicó que había ganado el premio y eso me dio mucha alegría, creo que el universo tiene un plan y no tiene uno por qué contradecirlo. Eliseo Diego decía que nada ocurre por azar y que uno no nace en un lugar por azar, sino que uno nace para dar testimonio.
Me dio mucha alegría, mi hija estaba casi recién nacida apenas con cinco días y fue una alegría doble. Sentí una realización humana y literaria a la vez.

El libro ganador, Resurrección del cisne, ¿está evocando qué personajes?

Es una suerte de homenaje a los poetas de occidente a los músicos, pintores, tomar como pretexto la obra y la vida de ellos para hablar de mi vida, de lo que pienso, establecer un diálogo, no hacer una oda, ni una diatriba.

¿Estos diálogos tienen puntos comunes?

Es artístico, es sobre la visión y estética del mundo. Cómo conciben ellos su realidad, su mundo imaginario, su mundo interior, las contradicciones que tuvieron como figuras complejas.

¿El libro ganador implicó algún reto a nivel de contenido y estética?

Es un libro extenso, tiene cinco secciones que para mí era impensable. Me gustan a mí los libros aristotélicos, los de tres secciones o de dos secciones como los espejos que se miran, las contrapartes, pero nunca tan extenso.
Me di cuenta que había una diversidad de temáticas y de diálogos muy grandes y que tenía que construir eso a partir de una historia que para mí tenía que quedar clara.

El libro está cimentado sobre una suerte de arquitectura y de dramaturgia que ayuda a que a pesar de lo diverso, el lector tenga un sentido de un todo, no algo aleatorio asimétrico.

Soy cartesiano a la hora de concebir los libros, meticuloso a veces, me da miedo que eso pueda matar a la poesía.
Para mí la poesía es intelecto, es ingenio, hay poetas que son más emotivos y otros más intelectivos, otros más sensoriales y el gusto de su poesía es por la fiesta de los sentidos, Federico García Lorca por ejemplo, pero nunca un poema es en estado puro.

Sergio García Zamora ganó el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016 con un diálogo entre personajes ilustres de las artes, la pintura y la escritura. Fotografía de Marta Leonor González
Sergio García Zamora ganó el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016 con un diálogo entre personajes ilustres de las artes, la pintura y la escritura. Fotografía de Marta Leonor González

RUBÉN Y JULIÁN DEL CASAL

¿Aparece Darío en estos diálogos, hay homenajes?

Sí, lo está. El título de Resurrección del cisne es un homenaje a Darío y a Julián del Casal. En el mismo texto fundo esas visiones sobre todo por la amistad que hubo entre Darío y Casal, por la visita memorable que hizo a la Habana donde compartieron los dos y eso me llamó mucho la atención.

¿Considera que Rubén Darío es vigente, literatura y  pensamiento?

Darío es muy vigente, no creo que a Darío vaya estar en la arqueología literaria como nunca va estar en la arqueología literaria José Martí, ambos son puntuales todavía tienen mucho que enseñarnos, Lezama decía: “Creo que quien vuelve a los orígenes encuentra orígenes nuevos”, entonces cada vez que se vuelve a Darío se encuentra un nuevo punto de partida, se redimensiona.

JOSÉ MARTÍ

¿Tiene lecturas específicas de Darío? ¿Cuáles? ¿Hacia dónde lo condujeron?

Sí. Sobre todo hacia la idea del exotismo que me parece que todavía está muy presente en los autores, tratan de ser cosmopolita, ciudadanos del mundo, sobre todo porque la historia cultural de América es una historia interrumpida que necesita devorar el mundo para volver a rehacerse y eso es muy a partir de ese exotismo.

El propio Casal que soñaba con llegar a París cuando tuvo la oportunidad no pasó de España porque sentía que iba a morir un ideal.

Como estudioso de José Martí, ¿cuál es el camino para iniciar a leerlo?

Hay una disputa que me parece tonta, la cuestión de ver quién inicia el Modernismo si Darío o Martí, me parece que es trivial. El libro que se leyó en los salones literarios fue Azul no fueron Los versos sencillos, aunque ya en ellos esté esa semilla, ese logro modernista. Creo que hay que comenzar por estos versos y después los versos libres.

Hay que ver el dominio que tiene del verso, los temas que rondan en lo milenario.
Martí escoge símbolos que parecen simples, nunca se implica pero el tema que subsiste es la amistad, la patria, es lo más genial ahí, ya después en los versos libres se las ingenia para construir metáforas de segundo y tercer grado, una cosa alucinante, un juego con el tropo más complejo.

LOS AUTORES DE CABECERA

¿Escritores que acompañen su camino de escritor como referentes?

El grupo Orígenes en Cuba es una lectura obligada uno no puede deshacerse de la sombra de ellos, están muy presentes.

La Generación del 27 en España y los poetas de la Vanguardia Latinoamericana, los demás poetas que uno ha leído, los del Barroco, los místicos son valores que uno necesita conocer, pero hay mucho de esos valores que discursivamente no te pueden enseñar porque están muy lejanos en el tiempo y lo que cimentan es un valor pero no un discurso.

CONSTANTES

¿Qué temas le rondan enel ejercicio de crear?

Durante un tiempo, como en mi primer libro, Autorretrato sin abejas, es sobre el diálogo del hombre con Dios, me preocupaba reactivar ese diálogo entre lo humano y lo divino.

Después vinieron otros libros que fueron un asombro ante el mundo, el asombrarse con la flora y con la fauna, los animales y los árboles, ver eso como quisieras, como creación divina o de la naturaleza, por ahí un cierto panteísmo.

Lo que siempre me ha interesado es que me encantan las animalias, los poemas que van sobre los animales, no es la descripción naturalista sino la descripción que hay entre el animal y el hombre y viceversa, cómo compartir metáforas, cómo tú vas y cómo estableces una relación que la poesía le saca provecho.

En los últimos libros hay una preocupación por lo estético por el mundo como un texto que se lee, ver a estos autores cómo han decidido vivir desde la belleza y lo que eso implica, los placeres, los riesgos.

Sergio García Zamora ganó el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016 con un diálogo entre personajes ilustres de las artes, la pintura y la escritura. Fotografía de Marta Leonor González
Sergio García Zamora ganó el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío 2016. Fotografía de Marta Leonor González

AUTORES DE NICARAGUA

¿Ha tenido algunas lecturas de poetas nicaragüenses? ¿Cómo se ha acercado a ellos?

Sí. José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal. Los leía mucho, pasa que hay épocas en que uno le coge amor a ciertos autores, y los lee, y los lee, luego pasas a otras etapas, y regresas a leerlos para quedarte con ese sentido primero con que los leí.

En Cuba hemos leído más a los clásicos de la literatura nicaragüense que a los autores más contemporáneos porque les hemos perdido la pista, y eso es de las cuestiones que me satisface llevarme libros de autores que son parte feliz de ese patrimonio que no los tengo, esa es una de las ventajas de haber venido a Nicaragua.

Libros de poesía
Pertenece a la llamada Generación Cero.
Autorretrato sin abejas (2003).
Tiempo de siega (2010).
El afilador de tijeras (2010).
Poda (2011).
El Valle de Acor (2012).
Día mambí (2012).
Pabellón de caza (2013).
Libro del amor feliz (2013).
Las espléndidas ciudades
(2013).
La violencia de las horas
(2013).
Caballería insurrecta (2013).
Perro que aúlla (2015).
Resurrección del cisne (2015).

 

El Loewe Joven

El jurado que otorgó el Premio Loewe a la Creación Joven a Sergio García Zamora, estuvo presidido por Víctor García de la Concha y compuesto por Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Soledad Puértolas, Antonio Colinas, Ana Rossetti, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y el cubano Víctor Rodríguez Núñez, ganador de la edición pasada del certamen.
Según la directora de la Fundación de Madrid, Sheila Loewe, García Zamora recibirá 8,000 euros con los que está dotado el premio a la creación joven.
El poeta Víctor Rodríguez Núñez destacó el alcance de la obra de García Zamora (Cuba, 1986), colaborador de Diario de Cuba y su espacio literario De Leer y que también ganó el Premio de Poesía La Gaceta de Cuba en 2014.
En cuanto a la obra premiada, Núñez Rodríguez resaltó la “madurez expresiva y la manera particular de perseguir el mundo”, porque “no solo se trata de un libro bien escrito sino de una escritura propia y personal”.

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