La vitamina C es una de las vitaminas más importantes para el organismo; aparte de los beneficios que por sí sola ejerce en él, también ayuda a que el cuerpo absorba mejor otros nutrientes que se necesitan, como el hierro.
Investigadores británicos del The Imperial College llegaron a la conclusión de que la vitamina tiene muchos más beneficios de los que siempre se ha creído.
Uno de esos descubrimientos es que tiene una gran cantidad de agentes que pueden proteger de los efectos dañinos de los diferentes contaminantes que se encuentran en el aire, como aquellos que producen los gases expulsados por los automóviles.
La vitamina C es un poderoso antioxidante que posee la gran capacidad de anular la acción de los radicales libres, de esta manera las personas que están acostumbradas a consumir regularmente alimentos ricos en vitamina C, están muy bien protegidos de problemas de salud que puede causar la contaminación del medioambiente.
Mejoran tus defensas
Una amplia variedad de alimentos contienen micro y macronutrientes que ayudan a mejorar las defensas del organismo.
Uno de estos nutrientes es la vitamina C, que actúa directamente sobre las defensas del cuerpo, aumentándolas y reforzándolas.
La defensa inmunitaria se basa en la inmunidad celular y humoral y la nutrición juega un rol muy importante en el desarrollo de este sistema inmunitario.
Modula la respuesta inmune, aumentando la resistencia a diferentes enfermedades.La vitamina C se ubica dentro de la categoría de vitaminas solubles en agua (hidrosolubles).
Disminuye riesgo de enfermedades
Estudios indican que una ingesta baja o deficiente de vitamina C está relacionada con un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los niveles de la vitamina en la sangre pueden ser un buen indicativo (biomarcador) de la ingesta de fruta y verdura y de otros factores del estilo de vida que pueden contribuir a reducir el riesgo de un derrame cerebral.
Una mayor ingesta de vitamina C está asociada con el descenso de la incidencia de cáncer de boca, garganta y cuerdas vocales, esófago, estómago, sistema colorrectal y pulmón.
Además es esencial para la producción de colágeno, que forma parte del cartílago normal. La osteoartritis destruye el cartílago, ejerciendo presión en los huesos y articulaciones.
Algunas investigaciones sugieren que los radicales libres también podrían participar en la destrucción del cartílago y que los antioxidantes, como la vitamina C, pueden limitar los daños causados por los radicales libres.
Su aporte en la estética
La vitamina C ejerce cuatro acciones fundamentales en la piel: Antioxidante, Regenerador, Hidratante y Luminadora.
Es un excelente activo natural, que unido a la tecnología más innovadora ha hecho posible un eficaz avance para prevenir y corregir los signos del envejecimiento.
Restablece el equilibrio de la piel, la mantiene bella y luminosa. Repara, energiza e ilumina combatiendo los signos de envejecimiento y aportando antioxidantes naturales.A nivel adecuado, la vitamina disminuye de forma consistente con el paso del tiempo.
¿Cuánto consumir?
La vitamina C se puede encontrar en casi todas las frutas y verduras, en mayor o menor cantidad. Por eso, siempre se aconseja una dieta rica en frutas y verduras.
La naranja y las mandarinas son las piezas de fruta que nos ofrecen mayor concentración de vitamina C.
El ácido ascórbico o vitamina C, se oxida fácilmente y por ende, es preferible consumir estos alimentos en crudo.
Las necesidades diarias de vitamina varían en función de la edad, pero puede considerarse que la dosis normal oscila entre 20 y 60 gramos, lo cual se consigue al consumir una naranja, un kiwi o dos mandarinas.
Cuando una mujer está embarazada o en período de lactancia los requerimientos cotidianos oscilan entre 80 y 100 gramos.
El organismo posee cierto mecanismo que regula la absorción de la vitamina, de forma que si recibe una cantidad superior el sobrante se elimina fácilmente a través de la orina al cabo de tres horas.
Las dosis excesivamente altas provocan diarrea o bien que el líquido de desecho de los riñones se vuelva ácido y forme cálculos (piedras) renales en quienes están predispuestos a sufrir este trastorno.