Civiles atrapados en los barrios que quedan en poder de los rebeldes y que están asediados por el ejército sirio en el este en la ciudad de Alepo lanzaron este miércoles llamamientos desesperados de ayuda para que alguien salve sus vidas.
“Ha habido ataques contra nosotros desde esta mañana, incluso en los puntos desde donde se supone que la gente iba a ser evacuada”, dijo a Efe por teléfono Ahmed, que no ofreció su nombre real por motivos de seguridad.
“Que alguien nos salve, la comunidad internacional se ha burlado de nosotros, Rusia e Irán se han burlado”, lamentó.
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Bajo fuego
Ahmed señaló que los distritos asediados están siendo golpeados con fuego de artillería y que se escucha el ruido de aviones que sobrevuelan la zona, pero negó que se hayan producido bombardeos, como había señalado anteriormente el Observatorio.
Por su parte, un médico que se halla en el área que sigue en poder de los insurgentes hizo también un llamamiento desesperado de ayuda: “Salvad Alepo, por favor”, instó el facultativo, que pidió el anonimato por razones de seguridad.
“Los cadáveres están en las calles, no hay ambulancias para transportar a los heridos”, se quejó.
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Evacuaciones
El acuerdo para una evacuación de los rebeldes, sus familias y los civiles que lo desearan de los barrios asediados del este de Alepo ha hecho aguas antes de iniciarse y después de que se reanudaran los enfrentamientos.
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, reveló el martes que el ejército sirio había detenido sus operaciones en la localidad y que se había alcanzado un pacto para la salida de los insurgentes.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las autoridades sirias han impedido la aplicación del arreglo por no haber sido consultadas sobre el mismo.
La ONG agregó que otro de los motivos es que entre los rebeldes hay unos 250 guerrilleros extranjeros que las autoridades sirias quieren detener e investigar; y el hecho de que el ejército considere que no recibe nada a cambio en este pacto, ya que estaba a punto de tomar totalmente el área insurgente.
Los rebeldes acusan a Irán de impedir la implementación de acuerdo por intentar incluir en él algún punto referido a los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya.
Dichas localidades están ubicadas en la vecina provincia de Idleb y está cercadas por el Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) y otros grupos.