American Dream: The Evolution
¡Ah, si en esa mañana hubiera olvido!
Jorge Luis Borges
Bajaron emocionadas del camión tras una fría semana de viaje. Poco a poco se fueron acostumbrando a la luz. Un hombre de barba cerrada les indicó el agujero por donde debían cruzar el muro. Del otro lado tres las esperaban con placas metálicas enumeradas. El rótulo frente a una fila de hombres de negro desesperados por sus encargos libres de impuestos era claro: “No se aceptan devoluciones”.
La Transición
[Los noticieros transmitían desde todas partes del mundo el momento histórico de la apertura de todas las fronteras. Había nacido un nuevo sistema.] -Pablo despertó de golpe al pasar por un bache. Iba atrás, junto a la carne que transportaba el contenedor, en busca de una vida digna al otro lado de la frontera norte. “Mierda”, dijo. Y se vomitó.
Sombra En Exilio
Esta ciudad sólo es un sueño donde los veranos caminan a pedazos de sol.
Reynaldo García
En la madrugada el viento fuerte activó todas las alarmas y despistó a los guardias. Ali, que estaba escondido detrás de un arbusto, corrió a escalar la valla y se abrió paso entre la concertina que le arrancó ropa con piel. Desde más de 100 metros se distinguía su silueta; su sombra morena se proyectaba en la sangre frente a un oficial armado con ascendencia en exilio. Se acercó. Y despertó con arena en los pies.
El Pecado
En aquel día subió a la montaña y dijo: “Libérense del opresor”. Desde entonces los guerreros se mataron compasivamente unos a otros.
YouTuber Supera Al Maestro
Dios quedó boquiabierto por el poder de convocatoria del Impostor, quien empleaba métodos químicos para ser escuchado. Al enterarse, corrió a escondidas a descargar todos sus tutoriales en YouTube. Cuando lo encontraron al tercer día, tenía un arma en la mano derecha, un hueco en la cabeza, y en pantalla: “La persona que subió este video no permitió que estuviera disponible en tu país”.
La Redención
Siete días después de acabada la Guerra Santa, Dios pidió perdón a gritos desde el monte por haber inculcado tanta violencia en el Antiguo Testamento. El pueblo permanecía contento en espera del nuevo milagro; un diluvio de armas químicas en la noche de Pascua anterior arrancó las orejas. Volvió a gritar sin éxito, y enfurecido lanzó otra hecatombe.
Zona De Terapia
Abu pregunta a su terapeuta cuál hubiera sido la diferencia de haber nacido en un lugar de paz, si existiese. El terapeuta ha respondido: “Dios no tendría empleo”. Y continuaron disparando las armas.
El Premio
Los niños se creen las treguas humanitarias y salen a jugar al escondido. Deanne quisiera tener esa misma fe, pero sólo cree en Reuters y en los enfoques del lente de su cámara. Se oculta entre las paredes desgastadas. Lanza una toma. Y piensa: «Aquí tengo un Pulitzer».
Tarde De Apoteosis
Estaba ahí desnuda, amarrada a un madero. Cerró los ojos. Ellos, uno a uno, furiosos empezaron a levantar su piel. Llevaban en manos látigos como colas de ganado. Olía a piel abierta. El rostro de la actriz que hace unos días fotografiaban en Cannes besando a su amigo era irreconocible. Acercándose las tres de la tarde, dio un fuerte grito antes que el látigo se aferrase a su boca arrancando sus labios: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Mujer De Sal
¿La deshonra? –limpia su puñal-
Hemos despedazado la deshonra.
Nazik al Malaika
Caminaba espantada a contra viento, entre esa nube de polvo seco que ingresaba en su vestido negro por el que sólo asomaban sus ojos verdes. Una a una las balas fueron penetrando su espalda. Con las últimas fuerzas miró hacia atrás, hacia la muchedumbre que las lanzaba, y se convirtió en sal.
Juegos Pirotécnicos
Despertó temblando por el ruido. Pensó que lanzaban misiles. Su madre corrió a abrazarlo y besarlo. “Ya terminó”, le dijo con lágrimas. Habían empezado los fuegos artificiales que celebraban el inicio de una tregua indefinida. Tomaron sus manos frías. “Ahora podremos dormir”, dijo la madre cerrando sus ojos sin brillo.
Reencuentro En El Mar
Donde todo es vida,
donde todo es agua,
donde todo es libertad.
Ixcís
Justo antes del amanecer, las mujeres hebreas saltaron al otro lado de la cerca y sacaron a las que esperaban en Cisjordania. Corrieron a la orilla del mar que empezaba a reflejar luz. Entre risas y lágrimas sus velos flotaban. Allí sus espíritus se hicieron agua para todos.
Transmutación
Tomé el carro y empecé a conducir en dirección al mar en la mitad de la noche. Me detuve en la arena, y encendí el último cigarro. Las Leónidas empezaron a caer y yo me volví desierto con el mar.
Clausæ Patent
La puerta se abre, las llaves caen… Y todo se desvanece, excepto la puerta.
Feria De Armas
Al llegar a la feria notamos que los stands eran vistosos, pero ninguno superaba a aquel en cuya entrada colgaba un colorido rótulo repleto de fotos de civiles muertos: “Armas 100% eficaces, muy bien probadas”.