Las constantes lluvias que han estado cayendo en el norte del país, causando la acelerada maduración del grano verde del café, ya están dejando cuantiosas pérdidas en las fincas y haciendas del sector cafetalero del municipio de San Juan de Río Coco, zona ubicada al noroeste del departamento de Madriz, porque el grano maduro se está cayendo a granel y su pepena (recolecta) se ha dificultado ante la falta de decenas de cortadores tradicionales.
Así lo dio a conocer ayer Heberto Rivas Espinales, caficultor de esta zona, quien dijo que las pérdidas superan entre el 15 y el 20 por ciento en gran parte de los plantíos de las 10,000 fincas ubicadas en las 41 comunidades de San Juan de Río Coco. “El problema que hemos tenido han sido las constantes lluvias que han estado cayendo y que han hecho que el grano verde haya madurado aceleradamente y como hay una escasez de cortadores entonces no hay quien pepene (recoja) el grano maduro que se está cayendo al suelo”, señaló.
Rivas Espinales dijo que solo en su finca este año se requerían más de 140 cortadores “y apenas cuento con 60 cortadores tradicionales”, señaló. A este problema se le añade el mal estado de los caminos de penetración a la mayoría de las fincas y haciendas de café, debido a que los responsables de la Alcaldía no les dieron el debido mantenimiento a las vías de acceso. Los caficultores están pagando entre 36 y 40 córdobas la lata de café cortada, además de hospedaje y buena alimentación, entre otros beneficios.
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“La pelota del grano rojo (de café maduro) se ha estado cayendo por la prematura maduración del mismo, debido a las constantes lluvias que se han estado presentando en la zona y a esto se le añade la falta de cortadores tradicionales para la pepena y el mal estado en que se encuentran los caminos para la sacada de la producción”, señaló también Edmundo López Muñoz, presidente de la Cooperativa José Alfredo Zeledón.
La cooperativa tiene 241 socios y cada uno registra
entre un 12 y 15 por ciento de pérdidas de café maduro en sus fincas, los que también se quejan por el alza que han sufrido los productos de la canasta básica. “Eso ha subido los costos de alimentación de cada uno de los cortadores”, dijo López Muñoz, quien añadió que esa cooperativa necesita con urgencia más de 300 cortadores tradicionales, “si no el café terminará perdiéndose”, puntualizó.
Cafeteros con pérdidas
Las afectaciones por la peste de la roya disminuyó, hace cuatro años, la producción de café en unas 10,000 fincas de San Juan de Río Coco dedicadas a este rubro, donde unos 2,000 productores se vieron obligados a renovar más del 70 por ciento de sus plantíos y a dedicarse a resembrar nuevamente, mientras diversificaban con otros productos sus parcelas.
Las montañas de 41 comunidades de este municipio han sido consideradas todo el tiempo las mejores tierras para la caficultura de la región de Las Segovias y las cifras históricas de hace unos siete años, de 286,000 quintales, que han salido de las fincas y haciendas de los productores de esta localidad lo certifican.
120,000 quintales de café oro estimaban producir en San Juan de Río Coco en este ciclo productivo 2016-2017. En el anterior se produjeron más de 78,000, indicó María García, dirigente cafetalera de esa zona.