Los listones están más altos para la Selección de Futbol, que tras su destacada acción en las eliminatorias mundialistas en 2015, aumentaron las solicitudes de rivales exigentes como Trinidad y Tobago, el quinto combinado de esas características que llega al país este año y el primero que evaluará este martes y el 30 de diciembre el nuevo ciclo: clasificar a la Copa Oro en la Copa Centroamericana del 13 al 22 de enero en Panamá.
El equipo nacional empezará este martes (6:30 p.m.) a darle formar a ese objetivo en la Copa Centroamericana contra una de las selecciones que participa en la Hexagonal de la Concacaf para el Mundial de Rusia 2018. En el Estadio Nacional de Futbol, los caribeños —mundialista en Alemania 2006— presentarán a ocho jugadores que militan en el extranjero y otros ocho que han participado en los duelos eliminatorios contra Costa Rica y Honduras recientemente.
Exigente adversario
Honduras, El Salvador, Panamá y San Cristóbal y Nieves, las selecciones a las cuales ya enfrentó la Azul y Blanco en 2016, no han sido igual de complicadas como se espera de los Soca Warriors, quienes trajeron a Aubrey David, Daniel Cyrus, Jomal Williams, Kevan George y Carlyle Mitchell, todos titulares en los duelos mundialistas ante Costa Rica y catrachos.
Y así es el adversario que busca la Selección de Futbol para seguir creciendo futbolísticamente y presentar argumentos en la Copa Centroamericana, en la cual el seleccionador Henry Duarte pretende llevar a los mejores y en este compromiso le servirá para darle el visto bueno a Jaime Moreno, quien llegó anoche al país, y supervisar el rendimiento de Carlos Chavarría, Daniel Cadena, Cyril Errington y Byron Bonilla, entre otros.
Ninguno se prevé titular. Lo más probable es que la Selección presente a su once habitual sin Juan Barrera, quien no se ha reportado tras las vacaciones: Justo Lorente, Luis Fernando Copete, Jason Casco, Manuel Rosas, Josué Quijano, Marlon López, Luis Peralta, Alexis Somarriba, Elvis Pinell, Bryan García y Norfran Lazo.
La ausencia de Barrera no será una excusa en el funcionamiento de la Azul y Blanco, que ha realizado los otros amistosos sin él. El reto será para todo el plantel —y especialmente los nuevos— que deberá desarrollar un futbol de posesión de balón y presión constante para evitar ser arrollado por la superioridad de los trinitarios.