La Cancillería de la República, el Ministerio de Gobernación (Migob) y la Policía Nacional tienen algo en común: quienes ejercen el poder real en esas instituciones son los segundos al mando.
Aunque Samuel Santos y Ana Isabel Morales conservan el nombramiento de ministro de Relaciones Exteriores y de Gobernación, respectivamente, todo indica que en la práctica han sido reemplazados por los viceministros.
Al menos en los actos oficiales de los últimos meses Santos y Morales no han acompañado al presidente inconstitucional Daniel Ortega y sus lugares los han ocupado el vicecanciller Denis Moncada Colindres y el viceministro de Gobernación, Luis Cañas.
Cañas es quien da las conferencias de prensa y preside las reuniones con delegaciones extranjeras y en las de los gabinetes de Gobierno, así aparece en los reportes de las notas de prensa del Migob.
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Fue Cañas, como el ministro de Gobernación de hecho, quien acompañó a Ortega en el acto de graduación de cadetes de la Policía Nacional la semana pasada, igual que lo hace en todo acto oficial del Ministerio de Gobernación.
Santos no aparece ni para la foto
El canciller Santos ya no recibe las cartas de estilo de los nuevos embajadores. Tampoco acompañó a Ortega en la Cumbre de jefes de Estado del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), celebrada en Managua la semana pasada.
Santos fue el ausente en la visita que hizo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a inicios de diciembre. En todos esos actos mencionados el presente fue el vicecanciller Moncada Colindres, quien oficializó la posición del Gobierno de Nicaragua ante Almagro y en el SICA.
Ortega nombró a Santos canciller en 2007, cuando los sandinistas asumieron el Gobierno por segunda ocasión. A Santos le une una amistad con Ortega, pero ha perdido poder en los últimos años ante los vicecancilleres; primero ante el vicecanciller para el Caribe, Valdrack Jaentschke, y ahora por Moncada, ambos parecen ser más del agrado de la primera dama y vocera del Gobierno, Rosario Murillo. Nada se conoce del porqué de la ausencia de Santos y Morales.
Núñez: Estado usado como botín
El exdiputado opositor Eliseo Núñez sostiene que el hecho de que haya ministros nombrados, pero sin funciones reales, “es ejemplo de que el Estado es visto como un botín, donde los cargos se asignan para cubrir favores personales”.
“Básicamente lo que está pasando en el Ejecutivo es similar a lo que pasa en el Ejército y la Policía, donde el Estado se ha convertido en el centro de poder partidario y no en el centro del poder público y por eso se necesita mantener empleos y salarios a la mayor cantidad de cuadros en los distintos niveles”, dijo Núñez.
Públicamente la jefa de la Policía Nacional es la comisionada general Aminta Granera; sin embargo ha sido relegada en funciones por el comisionado general Francisco Díaz, quien es el subdirector de la Policía y consuegro de Daniel Ortega.
“No solo es el caso de Granera que ya no tiene funciones más que protocolarias, pero recordemos que se ha nombrado a un montón de comisionados generales que tienen el rango, pero no responsabilidades a su cargo”, dijo Núñez.
“Hay necesidad de mantener funcionarios con algún tipo de privilegio por asuntos meramente de lealtades partidarias o personales, ya sea con Ortega o Murillo”, criticó Núñez.
Mauricio Díaz, exembajador de Nicaragua en Costa Rica, lamentó que la Cancillería haya pasado a ser otra institución pública en donde solo existe un canciller “de papel” nombrado, pero que el control recae en el vicecanciller Moncada. Para Díaz, esto es una muestra más que el Gobierno se maneja “por voluntades personales” y no con una conducción de país.
“Hemos visto cosas como la bandera del partido (FSLN) presidiendo los actos de la Cumbre del SICA, vino el secretario general de la OEA y se tomó una foto, precisamente con Denis (Moncada) y con la bandera del Frente detrás y si quien está al frente son ministros nombrados en papel pero que no tienen funciones reales, muestra que las cosas no funcionan como deben”, opinó Díaz.
Díaz, también diputado por Nicaragua ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), culpa a los ciudadanos por no reaccionar ante lo que considera una mala conducción del Gobierno.
“Aquí los valores están invertidos y la sociedad nicaragüense lo acepta. Es una realidad que está en el escenario y no hay nada que pare la manera en que se gobierna el país”, dijo.
Núñez, aun muerto, preside Asamblea
La Asamblea Nacional también es una institución estatal donde el poder, al menos administrativamente, lo ejerce la vicepresidenta de la Junta Directiva, la diputada sandinista Iris Montenegro. Aunque en este caso se debe a que los legisladores, sandinistas y del Partido Liberal Independiente (PLI) se negaron a nombrar a un nuevo presidente tras la muerte de René Núñez.
Núñez falleció el 10 de septiembre pasado. Sin embargo los sandinistas y los diputados del PLI aprobaron una resolución en la que dejaron a Núñez como presidente de la Asamblea hasta el 9 de enero de 2017, cuando se vence el período legislativo.
