Un buen día en la ciudad de Masaya, las vicisitudes de la vida obligaron a Emma Pavón a buscar una forma de sostener a su familia, por lo que se decidió a incursionar en la preparación y venta de sopa de mondongo entre sus vecinos del barrio San Ramón. El exquisito sabor que le ponía a la sopa hecha a fuego de leña, le dio mucha fama, recuerda su hija Mayra Marín, y poco a poco su clientela fue creciendo, sin imaginarse que 43 años después, lo que inició con un perol de sopa, hoy es un próspero negocio
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“Mi progenitora fue una madre soltera con cinco hijos, y pues todo surgió por la necesidad de trabajar y sacarnos adelante a nosotros, sus pequeños. En un perol vendía sopa en la calle, solo para llevar. Un día una amiga de ella le facilitó un préstamo para comprar dos mesones, que aun conservamos, y pues poco a poco con la ayuda de Dios fue surgiendo en este mismo local”, rememora Marín.
“El sabor de nuestra sopa es único, la hemos ido mejorando, y pues el secreto simplemente es que hago la sopa como si fuera para mis hijos, con mucho esmero y amor, herencia de mi madre, quien tiene 11 años de haber fallecido”, añade. 
“Todos los obstáculos se han convertido en metas para nosotros, en Mondongo San Ramón no existen ni debilidades ni amenazas, solo oportunidad de mejorar, de potencializar nuestra calidad y atención. Lo que se ha hecho es como una reingeniería en la administración, hemos venido ordenando todo. El reto más grande ha sido romper los esquemas de una mujer que vivía del diario a pensar en una nueva microempresa en donde se atiende a cientos de personas”, compartió Marín.
Formales
Este negocio familiar lo completa José Manuel Ruiz, quien después de haberse graduado en Administración de Empresas, decidió apoyar a su madre —Mayra Marín— en la administración del negocio.
“Respecto a la higiene, nosotros trabajamos a puertas abiertas, las instituciones de Salud entran en cualquier momento y no hay ningún problema. Asimismo, tenemos nuestro propio purificador de agua, muy hermético. En los impuestos estamos bien, además estamos acreditados por el Intur, la Alcaldía de Masaya, pagamos todos los impuestos correspondientes, nuestro portafolio legal ante el Estado se mantiene completo. Asimismo, proveemos empleo a ocho cabezas de familia, y por aparte a nuestros meseros, quienes son estudiantes de fin de semana y diario, y gozan de sus prestaciones sociales”, explicó Ruiz.
Aseguró que las perspectivas para seguir teniendo éxito son mantener la calidad de la sopa. “Este camino no ha sido fácil, porque ya teníamos la calidad, solo nos hacía falta la parte de mercadotecnia y es precisamente lo que hemos potencializado en los últimos años, por eso Mondongo San Ramón ha surgido desde los escombros, y así hemos cobrado trascendencia, y la mejor publicidad ha sido la recomendación de nuestros propios clientes. Todo esto ha surgido como todo buen masaya, de la innovación, porque los masayas somos gente emprendedora, de tal forma que la necesidad de salir adelante nos impulsa a ser cada día mejor”, apuntó Ruiz.
Afirma que en este negocio los meseros que son contratados no necesariamente tienen que tener mucha experiencia, porque en dicho local se les capacita.
Asegura que la mejor satisfacción después de cada jornada es el agradecimiento de su clientela por la calidad de las sopas y la atención. Aseguró que casi la mayoría de su clientela proviene de fuera de la ciudad.
Este administrador de empresas recomendó a las personas que están surgiendo en cualquier pequeño negocio que busquen la automotivación y que no busquen motivación en otras personas, “escuchen su corazón, la perseverancia y la disciplina son los únicos elementos que los van a sacar adelante. No copien el trabajo ni el negocio de otros, sino hay que ser auténticos, porque no hay mejor competencia que uno mismo”, finalizó.
Contacto
Propietaria: Mayra Marín.
Dirección: detrás del MaxiPalí, en el barrio San Ramón, Masaya. Atienden los siete días de la semana, de 11:00 a.m. a 5:00 p.m.
Teléfono: 2522-3026.