Exhortando a cultivar valores cristianos y morales en la familia, el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, condenó la violencia sexual hacia niñas y adolescentes, por la cual Nicaragua destaca entre los países latinoamericanos con mayor índice de niñas, menores de 14 años, convertidas en madres.
Durante el sermón en la misa que presidió la noche del 1 de enero en la Catedral San Pedro Apóstol, monseñor Álvarez expresó la preocupación de la Iglesia católica ante las diversas expresiones de violencia, indicando que “en la educación familiar” está la respuesta a ese tipo de problemáticas.
Organizaciones que trabajan en el país por los derechos de la niñez y la adolescencia, señalan que con base a estadísticas del Ministerio de Salud, disponibles hasta 2013, anualmente en Nicaragua un promedio de 1,700 niñas, menores de 14 años, son convertidas en madres.
El departamento de Matagalpa ocupa el segundo lugar, después de Managua, con la mayor cantidad de niñas obligadas a la maternidad.
“Ciertamente nos preocupa la violencia intrafamiliar. Nos preocupan los femicidios, tantas mujeres asesinadas por la violencia brutal del machismo. Nos preocupa y condenamos por supuesto el abuso contra (hacia) los niños, claro, nos preocupa también la cantidad de adolescentes, prácticamente niñas, que a una corta edad ya salen embarazadas”, refirió el obispo en su homilía.
El jerarca católico agregó que “nos preocupa toda esta falta de formación humana, nos preocupa esta carencia en la formación cristiana y, precisamente, por todas estas fuerzas negativas que se viven en la sociedad nicaragüense, es que debemos de hacer una opción preferencial por la familia”.
A criterio del obispo, es en la familia donde “se debe ir forjando y formando a los hombres y mujeres del presente y del mañana. Es en la educación familiar donde está la respuesta a este tipo de problemáticas”.
Salir de “lista penosa”
Por su parte, Violeta Delgado, del Movimiento Autónomo de Mujeres, consideró que sobre el tema de las niñas convertidas en madres, en Nicaragua “no hay un reconocimiento del Estado ni de la sociedad de la gravedad del problema”.
Delgado considera que en el país es “urgente” la creación de políticas de “educación sexual respetuosa, que conlleve a la posibilidad de que (quienes son víctimas de violencia) cuenten con la confianza de que van a atender las denuncias, lo cual está vinculado a la despartidización del sistema de justicia”.
“Desde el Estado se debería de estar convocando a la sociedad en general a que trabajemos juntos para que de una vez salgamos de esa lista penosa que encabezamos en Latinoamérica”, apuntó Delgado.