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Zona de Strikes: Zidane y su brillo colosal

Zinedine Zidane ha escrito con letras doradas su primer año al frente del Real Madrid. Ha sido casi perfecto. Y lo más curioso, es que todo ese brillo que irradia su éxito como entrenador, palidece si se le compara con su historial como jugador

Edgard-ColArmado de un discurso sencillo y una sonrisa permanente, Zinedine Zidane ha escrito con letras doradas su primer año al frente del Real Madrid. Ha sido casi perfecto. Y lo más curioso, es que todo ese brillo que irradia su éxito como entrenador, palidece si se le compara con su historial como jugador.

Después de un año al frente del equipo merengue, Zidane ha levando un trofeo de la Liga de Campeones, otro del Mundial de Clubes y uno más de la Súper Copa de la UEFA. Ha dirigido 54 juegos, de los cuales gana 42, con 10 empates y dos reveses. Lleva además, 38 partidos sin perder.

Y quizá lo más asombroso, es que Zidane llevó calma y armonía al vestuario del Real Madrid. Con excepción de Isco y James Rodríguez, quien brilló ayer, tiene a todos los jugadores contentos. Convenció a Cristiano Ronaldo sobre la necesidad de descansar y ha establecido rotaciones productivas.

Su estilo es comparado con Vicente del Bosque: diplomacia y sonrisa ganadora, con un liderazgo en función de hacer sentir cómodos a los jugadores y dando la cara cuando la circunstancia lo exige. Su Madrid no es un equipo que aplasta. A menudo sufre, pero siempre encuentra la forma de vencer.

Hablamos a la vez, de un exjugador genial. Un mediocampista ofensivo que tenía el tobillo eléctrico y la cintura de hule. Intuitivo, astuto y con una delicada conducción de balón. Flexible a pesar de su tamaño y hábil para maniobrar en espacios cortos, con una estupenda capacidad de definición.

Es considerado el mejor jugador de Europa en los últimos 50 años. Ganó el Balón de Oro en 1998, justo cuando llevó a su Francia al título mundial. Dos años después ganó la Eurocopa y durante 12 años fue la figura en el conjunto galo, pero por donde pasó, dejó huellas que no podrán ser devoradas por el olvido.

Después de su debut con el Cannes a los 17 años en 1989, Zidane pasó al Burdeos y desde ahí saltó a la Juventus,  donde mostró la envergadura de su juego y ganó todo lo que había que ganar: liga italiana, Copa, Súper Copa de Italia y la Copa Intercontinental.

Luego pasó al Madrid en medio de una transacción monstruosa en aquel instante (76 millones de euros) y fue de los galácticos junto a Ronaldo, Beckham y Figo. Varios de sus goles son legendarios por su elaboración y el momento en que se dieron, como el que conseguido en la final de la Champions en 2002.

Con los merengues ganó Champions, Liga y Súper Copas de Europa y de España, mientras se retiraba en el 2006, tras una serie de lesiones que disminuyeron su nivel, pero no opacaron el brillo que aún persiste y que tampoco empalidece siquiera ante el fulgor que irradia como entrenador.

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