El colombiano James Rodríguez volvió a reivindicar su figura con un doblete y una actuación completa y lideró al Real Madrid que goleó por 3-0 a un Sevilla que equivocó sus cartas y pone un pie fuera en los cuartos de final de la Copa del Rey.
De paso se extiende el récord de Zinedine Zidane a 38 partidos sin conocer la derrota, con lo que el sábado ante el Granada puede igualar al Barcelona de Luis Enrique Martínez.
James y otro nutrido grupo de jugadores demostraron que el técnico francés puede contar con ellos y que ofrecen garantías plenas, guiados por la batuta en la medular del germano Toni Kroos y el croata Luka Modric.
El estreno de 2017 en el Santiago Bernabéu no pudo ser más prometedor para el Real Madrid y decepcionante para el cuadro andaluz, que queda abocado a la heroica si quiere seguir en el torneo.
Plantel fuerte
La profundidad de la plantilla blanca salió de nuevo a escena. El francés Karim Benzema se unió de salida a la larga lista de ausencias en el Real Madrid, en el que el colombiano James Rodríguez encontró y aprovechó su nueva oportunidad. Jorge Sampaoli también innovó al dejar en el banquillo al delantero argentino Luciano Vietto y dio entrada a su compatriota Joaquín Correa.
Quiso el técnico argentino del cuadro andaluz fortalecer la medular con el francés Steven NZonzi y Vicente Iborra y poblarla de jugadores móviles y con proyección como el galo Samir Nasri, el brasileño Paulo Henrique Ganso, Víctor Machín Vitolo y el propio Correa.
Pero sucedió todo lo contrario. La presión alta del Real Madrid unida a un actitud demasiado contemplativa en el cuadro hispalense concedió el mando autoritario a los hombres de Zinedine Zidane, que tras el doblete de James registraron el otro tanto por medio Varane.