Wilmer Salazar de 25 años, sorprendió a su vecina Liseth Morán Alaníz de 23 años, el pasado 1 de enero, cuando esta salía de una pulpería en el barrio Memorial Sandino de Managua, y le dijo: “hoy te mato h…p”, e inmediatamente la lanzó al suelo y le dio siete cuchilladas en diferentes partes del cuerpo.
Este acto violento debió ser tipificado como femicidio frustrado según la Ley 779 o Ley Integral Contra la Violencia Hacia la Mujer, pero después de las reformas del 2014, el femicidio quedó reducido al ámbito privado, es decir solo a las relaciones de pareja, por eso fue acusado como homicidio frustrado.
Esta reforma es criticada por movimiento de mujeres organizadas porque pone en posición de mayor vulnerabilidad a la mujer al ocultar los datos de violencia real al que están expuestas con el afán de que el Gobierno quede bien ante organismos internacionales.
Alegó demencia
En este caso, la defensa del procesado alegó demencia, para liberarlo de la cárcel y solicitó medidas alternas, pero la fiscal alegó la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención de Belém Do Para” y el derecho de la mujer de vivir libre de violencia y pidió la cárcel.
El juez Carlos Solís, admitió la acusación y ordenó prisión preventiva para el acusado. Además programó audiencia inicial para el 16 de enero.
El Movimiento feminista Católicas por el Derecho a Decidir contabilizan 65 femicidios frustrados de enero a diciembre del 2016.
49 femicidios consumados reportó durante el 2016, el movimiento feminista Católicas por el Derecho a Decidir. El lugar de mayor ocurrencia de los hechos fue el hogar.