Manuel Robleto, de 64 años, es la primera víctima mortal de la explosión del tangue de gas butano en una comidería del mercado Roberto Huembes, el pasado 31 de diciembre. Aunque legalmente se está ante un homicidio imprudente familiares dicen que no interpondrán denuncia por solidaridad con los afectados que también son comerciantes.
“No habrá denuncia. Porque bien nos pudo pasar a nosotros que también tenemos un comedor. Fue un accidente”, dijo Erick Robleto, hijo del ahora fallecido.
El fallecido era dueño de otro comedor ubicado en el mismo centro de compras y llegó al lugar del siniestro a ayudar, pero en lo que iba llegando el tanque explotó.
Otros familiares de los 13 lesionados que aún están en recuperación en el hospital Lenín Fonseca, incluyendo los de Denis Torres, que aún permanece en Unidad de Cuidados Intensivos, opinan que fue un percance donde nadie quiso causar daño, por eso no denunciarán las lesiones causadas.
Aunque esperan que la gerencia de la empresa distribuidora del tanque siniestrado “de la cara y se presenté a las reuniones que realizan los comerciantes y los bomberos en el mercado Huembes”, dijo Socorro Espinosa, mamá de una de las lesionadas.
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Tienen derecho legal
Mientras tanto, abogados penalistas dicen que los afectados tienen la vía legal para reclamar sus derechos, una vez que terminen las investigaciones y se determine la responsabilidad por imprudencia o falta del debido cuidado.
“Estamos claros que el hecho se da por una imprudencia, pero se puede determinar quien es el responsable de esa negligencia, imprudencia o quién falto al cuidado debido y proceder penalmente o por la vía civil por daños”, explicó Nelson Cortez, abogado penalista.
Por la vía penal están las lesiones (leves, graves o gravísimas) imprudentes, porque estamos claros que nadie quiso causarlas, el homicidio imprudente y la exposición de personas al peligro.
Estos delitos como son imprudentes y pena menor a los cinco años se pueden mediar con el responsable para resarcir daños. La abogada penalista Keyla Largaespada opinó que en caso de los empleados de la comidería que resultaron lesionados, como no gozan de seguridad social el empleador debe responder por el pago de los días del reposo, que no podrá laborar.
Entre los responsables por negligencia o falta de cuido puede estar la empresa dueña del cilindro siniestrado por no cumplir con seguimiento de control de calidad, agregó Largaespada. Aunque la abogada reconoce que en Nicaragua no hay cultura para el reclamo de los daños.
17 víctimas de quemaduras resultaron de la explosión del tanque de gas butano en el comedor Francis en el mercado Roberto Huembes, de estos solo Denis Torres está aún en cuidados intensivos.
Hogares con uso seguro
Juan Carlos López coordinador de l Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor indica que en los hogares se presenta menos problemas con la fuga de gas butado en los tanques de uso domiciliario porque ellos solo registran una denuncia, sin embargo sugiere que se eduque a la población.
López indicó que el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) debe ser más beligerante en la supervisión de las agencias, para verificar peso, sello de seguridad y el estado de los cilindros.
William Rivera, dueño de la distribuidora San Martín afirma que el problema es que ahora hay muchas agencias autorizadas en la venta de gas butano, que no han recibido capacitación para poder orientar al usuario cuando se dan fugas de gas.