Justo cuando creíamos que Everth Cabrera le había puesto dinamita a su futuro, se ha levantado a paso firme.
El joven que deslumbró con su velocidad, que causó admiración con su defensa y que impactó con su determinación, se ha reinstalado en la senda que conduce a las Ligas Mayores, después de atravesar un oleaje de dificultades que por poco lo despojan de la vida.
Cabrera ha informado que recibió una invitación de los Medias Blancas a su entrenamiento primaveral y como él mismo ha admitido, tiene un escenario difícil en esa tropa, poblada de candidatos para los puestos titulares y de suplencia.
Tim Anderson, jugador de grandes proyecciones, es el titular del shortstop, con Jeff Lawrie en segunda y Todd Frazier en tercera. Más Tyler Saladino, Carlos Sánchez y Jimmy Rollins en busca de un puesto como suplentes.
Aun así, lo esencial es que este joven, que hace poco estaba atrapado por las drogas y el alcohol, ahora está de regreso al beisbol profesional. Lo peor que le puede pasar, es que no haga el equipo al inicio y sea enviado a las Menores. Eso es ganancia si se considera de donde viene.
Pero luego de verlo abrirse paso en las Menores, destrozar pronósticos y ser convocado al Juego de Estrellas, mientras se adjudicaba un liderato de robos en Grandes Ligas, Cabrera ha probado ser capaz de grandes cosas. Hasta de ganarse un puesto en los Medias Blancas.
“Sé que tengo que comerme la grama”, graficó Everth ante la prensa el miércoles. “Voy a iniciar de cero y tengo que ganarme la confianza de quienes me dan esta oportunidad”, dijo. Eso es estar claro de lo que debe hacer.
El muchacho que hace poco atentaba contra su vida, ahora hacia el futuro. ¿Qué tanto le quedará? Pronto vamos a descubrirlo. Lo importante es que está de regreso y tiene una nueva motivación para luchar.