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Leonor Martínez Valverde sale del hospital, el 22 de octubre de 2009, tras ser agredido por un grupo de orteguistas, entre ellos Félix Tercero Arróliga, alias “El Gato”. LA PRENSA/ ARCHIVO

Orteguistas con licencia para matar

Desde sus inicios el régimen de Ortega ha usado matones contra los opositores. Intimidan, lesionan y matan. Muchas veces a plena luz del día y ante testigo. Nunca son castigados porque la justicia se encarga de protegerlos.

La brigada de motorizados de la Alcaldía de Managua, los mismos que repelen las protestas de los opositores, fue bautizada con el nombre de “El Gato”, en honor a uno de sus fundadores, Félix Armando Tercero Arróliga.

Para recordar quién es Tercero Arróliga, hay que remontarse hasta el 22 de octubre de 2009, cerca de las 4:00 de la tarde, cuando le puso una pistola en la cabeza a Leonor Martínez Valverde, una joven que estaba a dos cuadras de su casa, cerca de la Cámara de Comercio de Nicaragua (Caconic), en el barrio Jonatán González, y regresaba de una conferencia de prensa en la que se denunciaba la ilegalidad de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que le permitía en ese entonces a Daniel Ortega aspirar a la reelección, prohibida por la Constitución Política de Nicaragua.

Martínez Valverde recuerda que junto a Tercero Arróliga, “El Gato”, había otras cuatro personas que se movilizaban en una camioneta negra, y una de ellas, Erick Armando Mairena, le colocó un cuchillo en un costado. Le dijeron que ya sabían de donde venía y que la iban a matar. El gatillo de la pistola fue accionado pero el arma no se disparó. Entonces sintió que le doblaron el brazo izquierdo hacia atrás y le dieron con la cacha de la pistola en el hombro izquierdo. La golpearon pero no sabe cuánto tiempo porque se desmayó.

Cuando Martínez se despertó, una vecina de nombre Dominga la llegó a auxiliar. “Yo creí que eran amigos tuyos”, le dijo.

Tan pronto salió del hospital, Martínez denunció la agresión tanto ante las autoridades competentes como ante la opinión pública. Y desde ese instante Martínez también supo que no iba a obtener justicia.

Los agresores de Martínez nunca estuvieron presos pero ella sí estuvo retenida más de siete horas en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), donde la comisionada mayor Glenda Zavala trató de confundirla diciéndole que quienes la habían agredido eran vagos de su barrio. Pero Martínez no se equivocaba. Ella ya conocía a “El Gato”. Lo había visto agrediendo a opositores en otras protestas.

Militantes del Frente Sandinista (FSLN) describen a “El Gato” como un “combatiente histórico” que también participó en varios procesos electorales en las “luchas” porque el partido rojinegro alcanzara el poder en la Alcaldía de Managua y también en la presidencia de la República. Participaba en la elaboración de planes electorales y fue fiscal de ruta del FSLN. “No era perfecto, como todo ser humano tenía debilidades, pero era un compañero muy entregado a la lucha, muy militante con la causa”, dice quien fue su compañero de partido Martín García Mayorga, habitante del barrio René Cisneros.

Poco después de la agresión a Leonor Martínez, se conoció que “El Gato” laboraba en la Alcaldía de Managua primero bajo las órdenes de Enrique Armas y luego de Fidel Moreno. LA PRENSA publicó que Tercero Arróliga era mensajero del Concejo capitalino, pero, luego de amenazar de muerte al concejal Luciano García, fue trasladado para trabajar en el área de la Secretaría general al mando de Moreno.

Lo que el exconcejal García recuerda es que “El Gato” era “entrado en años”, malcriado, agresivo y lo amenazó de muerte porque García anduvo en el barrio donde vivía “El Gato” diciéndole a la población todas las promesas que el FSLN había incumplido en la Alcaldía.

Pesadilla con un muerto

Desde que Leonor Martínez presentó denuncia en contra de “El Gato” y sus acompañantes nunca sintió que se hizo justicia en su caso. Cinco minutos después de que fue agredida, un policía, jefe del sector de donde ella vive, pasó en una moto y no quiso darle persecución a los agresores.

Cuando la Policía la llevó supuestamente para recibirle declaración a El Chipote, Martínez vio a “El Gato”. El hombre se le reía en la cara. Sabía que no iba a estar preso.

A pesar de que pidió una orden de alejamiento en contra de “El Gato”, éste último llegó a la casa de Martínez a amenazarla. Mientras tanto, la denuncia permanecía engavetada primero en la Dirección de Auxilio Judicial y luego en la Fiscalía. La Fiscalía decía que no tenía pruebas para acusar y, cuando lo hizo, la juez Martha Martínez archivó la causa por un año para que la Fiscalía mejorara la acusación. Por otra parte, nunca se cumplieron las órdenes de captura en contra de “El Gato” y Mairena, los dos únicos acusados, pues las autoridades no determinaron quiénes eran los otros tres agresores.

Pasaron más de siete años y Leonor Martínez no supo qué pasó exactamente con su caso.

El pasado 6 de diciembre de 2016 Martínez recibió una citatoria de los Juzgados de Managua, cuando todavía está viendo cómo consigue recursos para realizarse una nueva cirugía que necesita en el brazo lastimado, ya que no tiene empleo porque fue despedida como maestra de un colegio del Ministerio de Educación después de la agresión que sufrió y ni siquiera en colegios privados ha conseguido una plaza.

La cita es para que Martínez se presente, el próximo 24 de febrero, en el Juzgado Décimo Tercero de Managua, para declarar en la audiencia de juicio oral y público en contra del acusado . La citatoria a Martínez no está muy clara, pero en el expediente judicial digital se establece que el juicio oral y público es contra del acusado Francisco Javier Córdoba Mairena, quien dice llamarse Eric Armando Mairena Roque.

Poco después Martínez se enteró que “El Gato”, su principal agresor, fue sobreseído el 24 de julio de 2014. Martínez nunca fue notificada.

A partir de entonces, Martínez ha vuelto a vivir la agresión que sufrió el 22 de octubre del 2009. Y, aunque viene escuchando rumores desde hace varios años, Martínez tampoco tiene certeza de que “El Gato” ya falleció. En realidad “El Gato” ya está muerto y por eso fue sobreseído.

La muerte de “El Gato”

Nadie sabe decir cuándo ocurrió. Unos dicen que pudo haber sido en el 2010 y otros en el 2011, cuando se desarrollaba la campaña electoral presidencial.

Una noche “El Gato” regresaba de Tipitapa, adonde se había realizado una actividad de motorizados del FSLN. Venía borracho en su moto. Así lo cuentan dos de sus compañeros motorizados. Nadie vio exactamente cómo fue pero algunos testigos indicaron que cerca de la Fuerza Aérea, en Carretera Norte, un desconocido que conducía una camioneta, también ebrio, le invadió el carril. “El Gato” quiso esquivar pero se estrelló en un bulevar. La parte de la mandíbula del casco, propio de moto cross, se le incrustó en la garganta.

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Félix Armando Tercero Arróliga, alias “El Gato”, motorizado sandinista señalado de ser el principal agresor de la joven Leonor Martínez Valverde, en octubre del 2009. LA PRENSA/ ARCHIVO

Al menos ocho días en estado de coma permaneció “El Gato” en el hospital Militar. Tenía perforado los dos pulmones, la tráquea se le había roto por el golpe del casco y estuvo conectado a una máquina. Ya no había nada que hacer. Lo desconectaron.

Así murió “El Gato”. La justicia del FSLN lo protegió hasta donde más pudo. Leonor Martínez todavía tiene pesadillas con él. Aún no tiene certeza de que está muerto. Solamente sabe que un juez lo sobreseyó por la agresión que le propinó en el 2009. Lo que Leonor Martínez se pregunta ahora es si también el otro acusado, Mairena, será sobreseído.

Peligro por falto de justicia

Uno de los abogados que ha visto como el sistema judicial nicaragüense está secuestrado por un partido, el FSLN, es el exprocurador general de la República, Alberto Novoa, a quien le ha correspondido representar a víctimas del orteguismo.

“La valoración que yo hago es de que la justicia (nicaragüense) no es imparcial, está politizada partidariamente, es una justicia de castigos y de sanciones de acuerdo a la opinión que se tenga. Este sistema de justicia nos lleva a un desastre más temprano que tarde, cuando la gente se siente indefensa y no confía en el sistema de justicia, hace que tome justicia por su propia mano. Nos llevaría a una ingobernabilidad enorme, cada quien se va a sentir capaz y justo para tomar la justicia por su propia mano”, dice Novoa.

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Hasta los obispos de la iglesia católica han tenido que enfrentarse a las turbas del orteguismo en los predios de la catedral de Managua. LA PRENSA/ ARCHIVO

Las autoridades de la justicia nicaragüense no dan el rostro para responder a las denuncias de la población en casos politizados.

Sobre la Policía, el exjefe policial Francisco Bautista Lara dijo recientemente que hay que recordar que la Policía obedece según las leyes al ejecutivo. “Lo que pasa es que la policía es una institución del Estado que depende del poder ejecutivo, y responde a las órdenes del poder ejecutivo en el marco de la ley… la Policía no está hecha para lidiar en los conflictos políticos, la Policía está hecha para lidiar en los conflictos sociales de violencia delictiva, ese es su rol. Esta es una policía enfocada a la lucha criminal, delictiva, entonces cualquier lucha o cualquier conflicto de naturaleza política debería ser resuelta por los actores políticos en el terreno político que corresponde”, dijo.

El exfiscal general de la República, Julio Centeno Gómez, indicó que mientras él estuvo al frente de la Fiscalía se hizo el trabajo necesario pero que no podía responder por el actual accionar del Ministerio Público. Y el magistrado judicial Gabriel Rivera no quiso opinar aduciendo que tenía “calentura y una infección renal”.

El caso de El Carrizo

Doña Irinea Mejía Cruz se subió un día en un bus en San José de Cusmapa, en Madriz y de repente observó a un hombre que cuando la vio bajó la cabeza y se tapó la cara con una gorra. Era Eusebio Cruz Montenegro, el exdelegado municipal del Consejo Supremo Electoral (CSE) en Cusmapa, quien junto al entonces secretario político del FSLN en San José de Cusmapa, José de Jesús (Gersan) Herrera Zepeda, asesinó el 8 de noviembre de 2011 al marido y a dos hijos de doña Irinea en la comunidad indígena de El Carrizo.

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José Mercedes Pérez fue asesinado en El Carrizo juntos a dos de sus hijos, por militantes del FSLN. LA PRENSA/ WILLIAM ARAGÓN

Este caso es uno de los más emblemáticos sobre cómo la justicia favorece a las personas que son simpatizantes del FSLN y se ensaña con quienes no simpatizan con el partido de gobierno.

El crimen de José Mercedes Pérez Torres, esposo de doña Irinea, y sus hijos Elmer Liborio y Josué Sael Torres Cruz quedó prácticamente en la impunidad. Los acusados fueron condenados solo a tres años y medio de cárcel y, para agravar la burla judicial, cumplieron la pena en celdas preventivas de la delegación policial de Somoto, con todas las comodidades: Televisor, buenas camas, visitas conyugales de amistades y familiares, buena comida, entre otros beneficios.

Después de salir en libertad, los condenados viven siempre en San José de Cusmapa, siguen ligados al FSLN y caminan con tranquilidad por las calles. “Eso no está bien pero ¿qué va a hacer uno?”, lamenta doña Irinea Mejía.

Casos de todos los gustos y colores

El exprocurador general de la República, Alberto Novoa, menciona que hay muchos casos en donde se demuestra cómo el FSLN ha utilizado el sistema judicial para proteger a sus simpatizantes y castigar a sus adversarios. Entre esos menciona el caso del hermano del boxeador Román “Chocolate” González, de nombre Milton.

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Milton González, hermano del boxeador Román “Chocolate” González, cuando fue a los juzgados a responder porque fue capturado con “polvo blanco”. LA PRENSA/ ARCHIVO

El hermano del boxeador, alias “El Negro Milton”, fue detenido en 2014 con 1,569 gramos de polvo blanco, que supuestamente era cocaína. Las autoridades determinaron después que no era droga sino talco. El “Chocolate” aparecía después tomándose fotos con la jefa de la Policía, primera comisionada Aminta Granera. También aparece en sus peleas con propaganda a favor del FSLN.

Otro caso que recordó Novoa fue el de Las Jagüitas, donde en un operativo policial agentes acribillaron a una familia que se movilizaban en un vehículo, confundiéndolos con narcotraficantes. En el hecho murieron una mujer y dos niños pero los policías involucrados recibieron penas menores de entre 2 y 11 años de cárcel. “En ese caso hubo dolo, intenciones de matar, y lo calificaron como imprudente”, explica Novoa.

Son muchos los casos donde la justicia nicaragüense ha mostrado estar controlada por el FSLN. El lunes 17 de junio de 2013, un grupo de ancianos de la Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM) protestaban por una pensión reducida de vejez, tomándose el edificio central del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Decenas de jóvenes se les unieron. En la madrugada del 22 de junio, turbas de encapuchados, algunos con camisetas de la Juventud Sandinista, bajaron de camiones de la Alcaldía de Managua y atacaron el campamento y destruyeron y robaron vehículos de los jóvenes aparcados en la gasolinera de Plaza Inter. Nunca hubo un solo detenido por ese caso.

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Un grupo de viejitos se enfrentan a las turbas orteguistas, en junio del 2013, cuando luchaban por una pensión de vejez en las instalaciones del Inss central. LA PRENSA/ ARCHIVO

En febrero del 2004, William Hurtado, un militante del FSLN y exmiembro de la Seguridad del Estado mató al periodista Carlos Guadamuz. Cuatro años después el matón salió libre por “estrés carcelario”.

De este tipo de casos están llenos los archivos del poder judicial, la Policía y la Fiscalía.

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COMENTARIOS

  1. Tackblocked Vlo
    Hace 7 años

    Al maton “el gato” lo protegió la dictadura que los manda a vapulear al pueblo, son una analogía de las turbas Nicolasianas. Pero la justicia divina lo juzgó y lo condenó a muerte !!!…

  2. Pronóstico
    Hace 7 años

    En paisito exigimos sea rescatado el derecho a disentir.

  3. Pronóstico
    Hace 7 años

    Para fines de ilustración recomiendo leer cual fue el final de los siguientes personajes: Mussolini, Hitler, Kadafi, los Ceausescu, entre otros. La oposición en paisito aun está en pañales porque ni siquiera gatea.

  4. marcel
    Hace 7 años

    Este articulo es para archivarse, asi mismo para decirle a La Prensa que elendiosamiento que estan hacienda con el boxeador, chocolate, es pernicioso pues
    le han creado una popularidad que esta siendo usada por la familia gobernate, por ptra [arte e ex fiscal es un hipocrita por que no quiso seguir el enjuiciamiento de los criminals de la Navidad Roja,donde muerieon decenas de campeinos miskitos a manos de miembros del ejercito criminal Sandinista, este fiscal se escudo en que no habia dinero para eltralado de personal hacia Bluefields donde se origino la causa.

  5. Guillermo Rocha
    Hace 7 años

    Un pais donde al pobre le siguen dando atol con el dedo, y la mayoria de las organizaciones son somplices y participan de manera directa, material, o de manera indirecta por su agresividad en ser pasivos.

  6. Justo Nicaragua
    Hace 7 años

    Hombre cuando vamos a entender que el inconstitucional solo entiende golpe por golpe, ojo por ojo, crimen por crimen. Así subió y solo así baja. De otra manera se burla a lo grande de todos nosotros. Mientras dejemos que nos atropelle nos atropellara. mientras dejemos que se burle de nosotros lo seguirá haciendo. Solo hay un camino para librarse de este maleficio y ese comienza quitándonos el miedo respondiendo de la misma manera. Ese día nos daremos cuenta que es un gran cobarde porque solo cobardes mandan a matar a la gente.

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