María de Jesús Aguilar tiene que succionar el agua con una manguera de un viejo pozo para poder lavar un saco con ropa sucia, tarea que le lleva una media hora hasta que las primeras gotas de agua empiezan a salir. Apenas logra llenar una pana cuando el agua del pozo se corta y debe iniciar la tarea nuevamente.
Esta es la lucha que a diario vive la mitad de los pobladores del barrio La Pita, en la ciudad de Boaco, quienes cuentan con tres pozos en la comunidad y aun así pasan dificultades para obtener al agua necesaria para los quehaceres del hogar. Otra parte de la población tiene la posibilidad de ir a lavar al río.
El pozo que los pobladores utilizan para lavar está ubicado en la parte más baja del barrio y hace cuatro años que tuvieron que implementar la técnica de succión con mangueras.
“Cada vez que venimos nos cuesta lavar, nos toca chupar el agua con las mangueras y después tiene uno la boca bien pozoleada (adormecida) que ni comer se puede, han venido de la Alcaldía a recoger firmas, pero no vienen a reparar, sería bueno un pozo nuevo para no estar chupando manguera”, refirió Aguilar.
Tres pozos no resuelven
Como el pozo de donde obtienen agua domiciliar no da para abastecer a diario a los pobladores, estos se ven obligados a buscar agua en un pozo privado, a unos 500 metros del caserío, pero el dueño no les permite lavar ahí, por lo tanto solo pueden jalar el agua hasta sus casas.
Por ello la población debe lavar su ropa en el pozo ubicado al final del barrio, donde deben succionar el agua con las mangueras.
“El pozo de ahí abajo (donde lavan) se fregó, se robaron las cosas que estaban ahí (el mecate y la rueda del pozo) y después los chavalos le metieron unas piedras y lo taquearon. El problema es que no tenemos otra opción (para lavar), porque el río nos queda largo”, dijo Marenco.
Agregó: “Nosotros pedimos que nos perforen otro pozo, porque una vez nos dijeron que donde está ese (que nos abastece el agua domiciliar) se puede perforar otro, pero también sería bueno que nos rehabilitaran el pozo donde vamos a lavar o que nos perforen otro en ese punto”.
De vez en cuando
Arellys Marenco Obando, coordinadora del Comité de Agua Potable y Saneamiento (CAPS), mencionó que La Pita cuenta con el servicio de agua domiciliar en unas 63 viviendas, sistema que es abastecido por un pozo ubicado en una finca no muy lejos del sector. “El problema es que ese pozo se nos ha secado y nos dan agua una vez a la semana, nos dan el agua unas tres horas, la cuestión es que algunos agarramos más (agua), porque estamos conectados al tubo madre, pero la gente de más abajo les llega poco”, detalló Marenco.