Tras una alucinante temporada regular, en la cual hubo un triple corona de bateo, la liga tuvo un porcentaje de bateo colectivo de .301, cada equipo registró un promedio de cinco bateadores encima de .300 y solo tres lanzadores pudieron fijar su efectividad por debajo de 3.00, ahora en los playoffs se ha perdido el punch, los Gigantes no tienen un solo extrabase en tres partidos y el Bóer solo anota carrera en uno de 27 innings.
¿Cómo explicar que Róger Luque, quien tiró para 5.64 en efectividad en la temporada regular, lanzara pelota de tres hits y una carrera sucia en siete entradas el pasado domingo?
Los seis abridores de los tres juegos han caminado cada uno al menos siete episodios y la efectividad colectiva de ellos es 0.64, por tres carreras limpias en 10.2 entradas. En tanto, los relevistas tiran para 0.84, por solo una limpia en contra en 10.2 capítulos recorridos.
Las cifras de los lanzadores en estos playoffs parecen producto de la fantasía. El staff de los Gigantes lleva 23 episodios consecutivos sin admitir carrera ante el Bóer y lanzan para 0.67, por 0.69 de la tribu. En ningún partido se ha anotado más de tres carreras y por ejemplo los rivenses en la temporada regular solo tuvieron dos juegos de este tipo, de un calendario de 48 desafíos.
La pelota es la misma que se ha utilizado en toda la campaña, la misma con la cual Wuillians Vásquez construyó la posible mejor temporada ofensiva de un bateador en la historia de la LBPN, con .407 de porcentaje, 11 cuadrangular y 55 remolques, además de establecer nuevos parámetros en porcentaje sobre las bases, slugging y OPS.
“En los playoffs pesa mucho el picheo”, apunta Nemesio Porras. “Hemos visto a varios de los mejores lanzadores de la liga. Al líder en efectividad (Gustavo Martínez), al que fue de forma general el mejor tirador (José Rosario), un lanzador probado (Francisco Cruceta), alguien que ha venido con el brazo fresco y tiene mucha calidad (Robinson López), a uno de los mejores lanzadores nacionales (Fidencio Flores) y a un veterano que llegó en su día (Róger Luque). Posiblemente han hecho un poco más de lo que se esperaba de ellos, pero no me sorprende del todo que el picheo tenga el control en esta semifinal”, asegura el antiguo toletero de nuestro beisbol.
Solo dos bateadores tiene promedio superior a .300 en esta serie: Janior Montes y Sandor Guido con .364 cada uno y ambos del Bóer. Solo un bateador de los Gigantes tiene tres hits, Darrell Campbell. Janior es el fuera de serie entre los bateadores, al conectar el único jonrón que se lleva hasta el momento y junto a Donell Linares son los únicos con dos carreras empujadas.
Si el bateador de ambos equipos ha sido anulado por los lanzadores, la diferencia la está marcando la defensiva. Tres de los cuatro errores del Bóer han sido abriendo inning y todos se han convertido en carreras.
Para mañana se espera un poco más de lo mismo, cuando estén de regreso en la colina los brazos número uno de cada equipo: José Rosario, de los Gigantes, contra Francisco Cruceta, del Bóer.