Anastasio Hernández fue un asesino en serie que operó en Nueva Segovia en 1927, por encargo de los caudillos conservadores de Ocotal. Su objetivo era eliminar a los campesinos liberales de la zona y disfrutaba cortando cabezas y descuartizando a machetazos los cuerpos de sus víctimas, mientras los hombres de su pandilla amenizaban la matanza con música de acordeón.
En su edición de enero, que circula a partir de este lunes 9 de enero, la revista Magazine relata la historia de este asesino.
No es una historia de la que se suela hablar mucho. Al sol de hoy el nombre de Anastasio Hernández, condenado por 47 atroces asesinatos, se sigue susurrando con miedo entre los ancianos de Ocotal y sus alrededores.
Magazine reconstruye los pormenores del caso valiéndose de entrevistas y del expediente de Anastasio Hernández, que se conserva en los Archivos Nacionales de Estados Unidos y contiene veinte testimonios de campesinos que describen los terribles asesinatos.
La revista también contiene un amplio reportaje sobre los afrodescendientes que habitan en Managua y se adentra en el mundo del hip hop en la capital. Además, expone el caso de Joaquín Mejía, quien en 1988 escribió una denuncia contra el Gobierno y al siguiente día recibió una golpiza por cuyas secuelas murió dos años más tarde. Un crimen sin resolver.