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femicidio, Matagalpa

Familiares y amigos de Yessenia Suyén Montenegro Morán la acompañaron hasta su última morada la tarde de este lunes en el cementerio de Molino Norte, cuatro kilómetros al norte de Matagalpa. LA PRENSA/L. E. MARTÍNEZ

Víctima había denunciado a femicida por lesiones

Douglas Antonio Zamora, es el principal sospechoso del femicidio contra Yessenia Suyén Montenegro Morán, a quien mató de un balazo

Como un tipo capaz de sacar un arma en cualquier momento para amenazar a quien fuese, arrogándose supuestos vínculos con la Policía, es como describen quienes dicen conocer a Douglas Antonio Zamora, el principal sospechoso del femicidio contra Yessenia Suyén Montenegro Morán, a quien mató de un balazo la madrugada de este domingo 8 de enero en Matagalpa.

Zamora, de aproximadamente 30 años, sigue prófugo.

Salió de una ambulancia que lo trasladaba a un hospital de Managua, porque en San Benito chocó el carro en el que escapaba después que cometió el crimen.

Familiares esperan que lo detengan pronto

Los parientes de la muchacha han escuchado diferentes rumores y esperan que las autoridades lo detengan pronto y desvirtúen lo que el hombre presuntamente afirmaba: “Yo compro a la Policía”.

Esa frase resuena en la memoria de Jasmina Morán Rodríguez, la mamá de Yessenia Suyén, pues Zamora lo habría expresado cuando la joven de 24 años lo denunció por lesiones, hace aproximadamente dos meses.

En esa ocasión, recuerda Morán, su hija estaba con Zamora en un bar al extremo sur de la Avenida del Río Grande, en el centro de la ciudad de Matagalpa, donde “la arrastró del pelo y la llevó al baño, donde la golpeó más”.

Cuando le propinó la golpiza

Yessenia Suyén llamó a una compañera de trabajo y a su primo Byron Blandón, quienes llegaron y de inmediato se fueron juntos para denunciar la golpiza ante la Policía, pero el caso “ahí quedó engavetado”.

“Incluso fue examinada por el forense y él (Zamora) con sus propias palabras dijo que le valía (que no le importaba), porque él compraba a la Policía… que supuestamente tenía influencias en la Policía porque trabajaba con ellos”, contó Morán.

Policía no explica antecedentes del caso

Las autoridades policiales de Matagalpa llevan más de seis meses negando atención e información a los periodistas. Han mantenido el caso en sigilo y tampoco hubo respuesta a los señalamientos.

Familiares y amistades de Yessenia Suyén coinciden en que Zamora “siempre fue violento”.

“Una vez le puso la pistola en la cabeza a un chavalo que le dijo a ella que se miraba bonita embarazada”, contó un amigo de la víctima durante el sepelio la tarde de este lunes en el cementerio de Molino Norte, cuatro kilómetros al norte de Matagalpa sobre la ruta tradicional a Jinotega.

“Tenía miedo”, dice madre de víctima

Antes, en el velorio realizado en una iglesia evangélica frente al Instituto Eliseo Picado, Morán contó que su hija “tenía miedo” al hombre con quien procreó un niño, que el 24 de diciembre cumplió 1 año.

“Cuando ella estuvo embarazada estuvieron distantes, porque él negaba ser el papá del niño, pero parece que por el miedo que ella le tenía habían vuelto a salir…”, relató Morán.

El sábado 7 de enero, a través de una llamada a las 12:35 del mediodía, fue la última vez que esta madre escuchó la voz de su hija, avisándole que estaría donde su abuela materna antes de ir a trabajar.

Yessenia Suyén, bachiller, estudió Inglés, Computación y Derecho. “Ninguna pudo terminar, porque por el trabajo no le quedaba lugar para seguir estudiando”, dice la madre.

La madrugada que la mató de un disparo

Laboraba como cajera y administradora emergente en un negocio de tragamonedas. A las 3:35 a.m. del domingo salió de ahí, abordó el taxi que manejaba un “Alejandro”, primo de Zamora.

El taxi la llevó a la gasolinera, donde la esperaba el hombre que la tomó de la mano para entrar a la tienda. Poco después discutieron, ella se levantó a buscar un jugo. Él también se puso de pie, sacó el arma y disparó debajo de la barbilla a la muchacha, según los relatos de familiares y amigos.

Zamora llamó a un taxista apodado “Chocobanano”, quien lo llevó a su casa. Ahí abordó el carro con el que huyó a Managua y chocó en San Benito.

Organismos resaltan impunidad

El femicidio ocurrido en Matagalpa en contra de Yessenia Suyén Montenegro Morán es, para representantes de organizaciones defensoras de mujeres, un indicativo de que la violencia extrema en contra de las mujeres, en lugar de disminuir, recrudecerá a lo largo del presente año.

Martha Munguía, directora del Centro Acción Ya, de atención a mujeres violentadas, consideró que esto es el resultado de la falta de una política para atacar y controlar el problema, pues hay una percepción de impunidad.

Ana Quirós, del Movimiento Autónomo de Mujeres y directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), apuntó que la eliminación de las Comisarías de la Mujer en la Policía Nacional ha dado mayor apertura a los femicidas, quedando en su mayoría estos hechos sin castigo.

Muchas veces, dice Quirós, las mujeres son presionadas para que medien con su agresor y después los acuerdos a los que llegan con la víctima no son cumplidos.

En casos de violencia las víctimas deben hacer las denuncias públicas, ya sea ante medios de comunicación o a través de las redes sociales, dijo Quirós, que también recomendó a las mujeres violentadas que deben ejecutar la autoprevención.

“En el momento en que se identifican rasgos de abuso y de violencia: cortar esas relaciones”, aconsejó Quirós.

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