Los expertos han concluido que no existe un modelo único que permita advertir un hombre violento, sino que varía de persona a persona de acuerdo a los contextos y modelos de crianza. Sin embargo, el Centro de Acción Ya, con 24 años de trabajo ayudando a víctimas de violencia y retomando estudios e investigaciones de especialistas de otros países, han podido aproximarse a lo que puede ser la conducta de los agresores desde la visión de la víctima.
Según la directora de Acción Ya, Martha Munguía, se pueden identificar señales inequívocas de alarma.
1. Deseo de control: Vive obsesionado por ejercer el dominio entre quienes lo rodean, especialmente con su pareja e hijos. En algunas ocasiones emplea tácticas de espionaje contrata a terceros, graba las conversaciones, revisa el celular o contestador telefónico, controla las salidas y las amistades de la mujer a través de sus hijos, compañeros de trabajo, familiares y amigos. Estas señales de control se pueden identificar desde el inicio de una relación como es el noviazgo.
2-Discriminación: el hombre piensa que las mujeres y en especial su pareja, no tienen las mismas capacidades y derechos. En su entorno utiliza a los hijos descalificando a la madre, por ejemplo.
3. Celos: Los celos pueden convertirse en una obsesión derivados de la idea de que las mujeres son de su propiedad. Usa frecuentemente el sexo, como señal de poder, recrimina a la mujer, hay insultos frecuentes y sexistas. A la mujer la trata como una cosa.
4. Doble fachada: En público generalmente es seductor, simpático, amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento. No es extraño caer en la seducción de su discurso, incluso para jueces, policías, profesionales, amigos y parientes.
5. Aislamiento: Impone el aislamiento social de su entorno familiar. Una vez que se ha cerrado el cerco aumenta el dominio sobre su víctima, y no es casual que la mujer exprese que su casa se convierte en una verdadera cárcel. A veces, recurre a terceros para enviar mensajes, a llamados telefónicos anónimos o envía cartas sin firmar.
6-. Desencadenantes de la violencia: Cambios súbitos e impredecibles de humor. Cuando siente que pierde el control o que la pareja o hijos pueden ir tomando independencia. El agresor por lo general se comporta de manera sumamente violenta que más tarde no recuerdan o no reconocen. Los hijos y las mascotas pueden llegar a recibir maltratos a causa de la ira del agresor. Cuando conduce, el auto puede llegar a convertirse en trampa mortal para sí y terceros; abusa del riesgo y la velocidad.
7. Abuso de alcohol, drogas, medicamentos: Aunque no es causa de un comportamiento violento, se ha comprobado una frecuente asociación, ya sea porque potencia el enojo y la peligrosidad o porque inhibe el autocontrol.