El país estaba azotado por las manifestaciones callejeras promovidas por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y Antonio Lacayo estaba en una oficina negociando con Daniel Ortega y Sergio Ramírez el cese de las huelgas. Era de madruga y el ministro de la Presidencia amenazó a ambos con entregarles de nuevo el país si no dejaban gobernar a doña Violeta Barrios de Chamorro. Las huelgas pararon.
“Cuado yo le digo manejen ustedes (este país) Sergio Ramírez se me queda viendo con el color de una hoja de papel… él no me contesta y Daniel me dice: ‘No es así la cosa’. Entonces ¿cómo es?, le digo yo. Ustedes estuvieron 10 años y no pudieron manejar este país y ahora que el pueblo les dice váyanse ustedes y dejen a la señora gobernar, ustedes no la dejan gobernar… se redactó una cuestión, llamaron a los sindicalistas con un desprecio total… entre ellos a Gustavo Porras y Lucío Jiménez y les dijeron ‘firmen el documento que lleva el ingeniero Lacayo’ y ni siquiera los sindicalistas habían leído lo que el Frente había negociado conmigo”, dijo Lacayo al programa Amcham TeVé en el 2010.
Ortega, presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), dijo el pasado martes que cuando Lacayo les había ofrecido regresarles el poder, el FSLN no lo aceptó porque respetaban la democracia, pero la verdad es que Lacayo lo puso contra la pared.
Lacayo contó en esa entrevista de 2010 que los sindicatos exigían más salario porque antes de dejar la Presidencia, en el período de transición, Ortega se los había subido.
“En ese momento ya la Unión Soviética estaba desapareciendo, la Unión Soviética no enviaba más petróleo, Daniel sabía que ya no tenía más petróleo, ya Alemania había caído, el Muro de Berlín ya había caído… Daniel sabía que no tenían cómo gobernar”, dijo Lacayo.
La plática con Humberto Ortega
Lacayo precisó que las protestas habían desbordado la capacidad de la Policía. “La Policía sabía que esos no eran elementos ligados al sandinismo, eran órdenes de Daniel Ortega”, precisó.
“¿Cómo desmontamos esa asonada nosotros? Cuando vemos que Daniel Ortega no entiende, hablo con Humberto Ortega. ¿Vos podés explicarle a tu hermano, que no entiende?, le dije, porque doña Violeta cuando vea que la Policía no puede le va a pedir al Ejército que limpie las calles…”, dijo Lacayo al entonces jefe del Ejército.
Según Lacayo cada argumento para Ortega “era como pegar en una pared”.
Después de aquellos acuerdos pararon las huelgas en el gobierno de Barrios de Chamorro.
“Yo les expliqué (a los sindicatos) lo que iban a formar, terminamos a las 4:00 de la mañana, dimos una conferencia de prensa y a las 6:00 de la mañana todos los sandinistas se fueron de las barricadas y no volvimos a tener asonadas, hasta que mataron a Saúl Álvarez (comandante de la Policía)”, dijo Lacayo.