El cóctel de ilusiones que ha despertado la Selección de Futbol se expandirá o bajará revoluciones esta tarde (3:00 p.m.). La Azul y Blanco llega al estadio Rommel Fernández, cobijada de un optimismo inédito, que será sometido a una estricta evaluación por Honduras, en el despegue de la Copa Centroamericana de Panamá, donde los pinoleros han gritado a los cuatro vientos su objetivo: clasificar de forma directa a la Copa Oro 2017.
Los jugadores se la creen tanto que escucharlos expresar sus ambiciones puede dar escalofríos. ¿Cuál es la selección favorita en la Copa Centroamericana?, le preguntaron ayer en la conferencia de previa a Juan Barrera, capitán del conjunto nacional. “Nosotros, por supuesto. Estamos muy motivados y emocionados para lograr nuestro cometido, que es pasar la ronda y ganar un lugar para la Copa Oro. Respetamos a Honduras, Panamá y Costa Rica, pero estamos pensando en nuestro objetivo”.
Lea: Así llegan los rivales de Selección Nicaragüense de Futbol a la Copa Centroamericana
El positivismo de la Azul y Blanco se ha originado en sus resultados durante las eliminatorias mundialistas de la Concacaf para Rusia 2018 en 2015 —cinco victorias y una derrota— y las presentaciones en los amistosos del 2016 —dos victorias, dos empates y dos derrotas—, números desconocidos en nuestra historia. En dos años, la mentalidad del jugador nica y la intensidad de su juego ha mejorado, permitiéndole tener este avance.
Seguir compitiendo
Barrera es el abanderado de la Selección y el único dentro del equipo actual que fue parte de la generación que conquistó el boleto a la Copa Oro en 2009. Él es el capitán y uno de los pilares para conseguir el anhelado avance, que servirá para reafirmar que la Selección de Futbol está en constante crecimiento, tras los resultados que unieron al país en el 2015 y mantuvieron su curso en 2016.
Para este viernes se espera una selección nica competitiva, capaz de complicar a un rápido y agresivo equipo de Honduras, que es favorito aunque presente la base de la Selección Olímpica, la cual tiene en su ADN la tradición futbolística del país y el roce internacional acumulado a través de los diferentes partidos en las categorías menores, algo de lo que carecen los nuestros.
Mantener puertas abiertas
Ante esa exigencia, la Azul y Blanco quiere lucirse para terminar de ganar el respeto de las demás selecciones de la región, las cuales han empezado a reconocer ese crecimiento futbolístico aceptando partidos amistosos el año pasado, pero manteniéndolo en este torneo dejará las puertas abiertas para seguir rozándose internacionalmente y con otros adversarios.
Por esa proyección, entre otras razones, Jaime Moreno aceptó vestir la Azul y Blanco. El delantero de 21 años del Málaga de España ha elevado las expectativas porque incrementa la calidad del plantel que ilusiona ante Honduras, una selección que se ha impuesto en los seis encuentros ante los nacionales en este torneo.
