Mañana 15 de enero se cumple el plazo de tres meses establecidos entre la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Gobierno de Nicaragua para presentar un informe, conjunto o por separado, del resultado del diálogo sobre el proceso político y electoral del país.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, y el representante permanente por Nicaragua en esa organización y vicecanciller, Denis Moncada, firmaron el 15 de octubre pasado un acuerdo de diálogo sobre el proceso político electoral nicaragüense.
Esto fue resultado de un informe sobre las elecciones generales del 2016 enviado por la OEA al presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, cuyo contenido se desconoce.
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El ex vicecanciller y político opositor, José Pallais, espera que la OEA publique el informe final y se haga público sobre el resultado de ese diálogo.
“Que exista uno consensuado con el gobierno de Ortega, o si no hay ese consenso, el que la OEA y el Gobierno hayan elaborado” por separado, dijo Pallais, miembro del Frente Amplio por la Democracia.
Aunque Pallais ve posible que no haya un informe este domingo, sino que la OEA y el gobierno de Ortega emitan un comunicado en que anuncien la extensión de las conversaciones.
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“Es mi teoría, pero es muy posible, que se espere a que Donald Trump asuma la Presidencia de Estados Unidos y se conozca cuál es su posición sobre la situación de Nicaragua. Así se le da tiempo a Ortega de seguir negociando con la OEA las concesiones que está dispuesto a hacer en las futuras elecciones”, dijo Pallais.
El acuerdo con Almagro
El acuerdo firmado entre Almagro, secretario general de la OEA, y el vicecanciller Moncada, estableció una mesa de conversación entre tres representantes del organismo y tres representantes de Nicaragua.
Dio pie además a que Almagro y una delegación de la OEA, el 1 y 2 de diciembre de 2016, se reunieran en Managua, con representantes de partidos políticos, empresarios, grupos religiosos y de la sociedad civil.
En su visita a Nicaragua, Almagro pudo reunirse con los líderes campesinos anticanal, con religiosos, políticos opositores, así como con los partidos políticos que se prestaron a la farsa electoral del pasado 6 de noviembre.
La OEA y las elecciones
La Organización de Estados Americanos (OEA) observó las presidenciales de 2011 y la misión de observación emitió un informe al gobierno de Daniel Ortega instándolo a impulsar cambios para mejorar el sistema electoral del país.
Una de las recomendaciones era despartidarizar el poder electoral y las entregas de cédulas.
Ninguna de las recomendaciones fue tomada en cuenta por el gobierno.
Como parte de las pláticas con el gobierno, la OEA envió el pasado 6 de noviembre una delegación a las votaciones que no jugó ningún papel.
A los enviados de la OEA a las votaciones no se les vio en actividades públicas y tampoco emitieron informe alguno sobre su visita.
Cuando Ortega liquidó ilegalmente a la oposición, Almagro se pronunció a favor de la democracia y el pluralismo.