El arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo Brenes Solórzano, cumplió este jueves tres años de haber sido creado cardenal por el papa Francisco, constituyéndose en el segundo religioso en la historia eclesiástica de Nicaragua, con el birrete cardenalicio. El primero fue el cardenal Miguel Obando y Bravo, a quién el papa san Juan Pablo II le concedió esa dignidad cardenalicia en 1985.
Brenes, a quién lo caracteriza la sencillez, dice sentirse muy agradecido con Dios por sus años en la vida religiosa. También agradece el cariño que los feligreses le han demostrado en sus años de vida sacerdotal.
“En primer lugar mis sentimientos de acción de gracias al Señor por haberme llamado sin merecerlo de mi parte, como lo he dicho, sin méritos propios porque yo no he andado haciendo propaganda y sigo trabajando en las parroquias. Mi mayor alegría es la parroquia”, confiesa Brenes, también presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Monseñor Brenes dice que Dios siempre ha sido misericordioso en cada una de las etapas de su vida sacerdotal, que son 44 años.
“Cada una de las cosas ha sido para mí una sorpresa humana, pero pienso que no sorpresa para Dios que es quien guía mis pasos y yo siempre trato de tenerlo como centro de mi vida”, reflexiona monseñor Brenes, originario de Ticuantepe.
Agradecido por tanto cariño
El arzobispo de Managua confiesa que una de las satisfacciones más grandes que tiene en su vida religiosa ha sido experimentar el cariño de los feligreses, expresada en los años de servicio sacerdotal en distintas parroquias y cuando fue obispo de la Diócesis de Matagalpa durante casi 11 años.
“En primer lugar tengo que agradecer a toda la Arquidiócesis, dónde crecí y ejercí mis primeros años de ministerio como sacerdote y obispo auxiliar y luego a la Diócesis de Matagalpa, donde estuve 10 años y medio, por un detalle muy sencillo, el cariño de la gente, para mí eso es muy importante y lo he sentido en Managua, en Matagalpa con el campesinado”, valoró Brenes, a quienes los feligreses lo llaman cariñosamente “Polito”.
En ese sentido, el arzobispo de Managua, asegura: “Ese cariño lo he sentido en la gente de todos los niveles. Eso para mí, es lo más hermoso porque el cariño de la gente es tan hermoso, que no se compra ni con todo el oro del mundo”, expresa Brenes con regocijo.
Sínodo en noviembre
El cardenal Leopoldo Brenes dio a conocer que en noviembre próximo se realiza, en la Arquidiócesis de Managua, una asamblea sinodal que consistirá en valorar cada una de las áreas pastorales, de cara a los nuevos retos arquidiocesanos.
“El sínodo es la convocatoria que hace el obispo, para evaluar el trabajo pastoral y marcar nuevas perspectivas para todas las áreas pastorales”, explicó el arzobispo de Managua.
Como preparación a la llegada del sínodo, la Arquidiócesis, iniciará este año a estudiar los sacramentos de alineación cristiana, la piedad popular y el tema de la juventud.
Monseñor Brenes también explicó que este año, la Arquidiócesis lo dedicará al discipulado.