Del presunto “delito conexo” de encubrimiento en perjuicio de la administración de justicia fue acusado Jesser Maudiel Canales López, un joven albañil que presenció el femicidio de Yessenia Suyén Montenegro Morán, cometido presuntamente, por Douglas Antonio Zamora Valle, en la tienda de una gasolinera en Matagalpa.
Canales, de 23 años, se abstuvo de “realizar un solo acto” para auxiliar y salvar la vida de Montenegro y presuntamente “ayudó al acusado (Zamora) para que saliera de la tienda sin ningún obstáculo”, refiere la acusación sostenida este sábado por la fiscal Betty Flores Olivas.
Mientras tanto, Zamora continúa prófugo y la Policía, que desde julio del año pasado tiene una política de censura contra los periodistas en Matagalpa, mantenía retenidas a varias personas más.
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A petición de Flores, secundada por el acusador particular adherido, Freddy Rizo, la juez especializada en Violencia de Género en Matagalpa, Ivania Sancho, declaró que la audiencia preliminar contra Canales fuese privada, por lo que familiares de Montenegro y también los parientes del procesado, además de los periodistas, tuvieron que retirarse de la Sala de Audiencias.
Sin embargo, LA PRENSA tuvo acceso a la acusación de la Fiscalía, la cual revela algunos detalles sobre el crimen ocurrido a las 4:20 a.m. del domingo 8 de enero.
Según el documento, Montenegro salió de su trabajo a las 3:35 a.m. hacia un bar en el barrio El Progreso, en el extremo sur de la Avenida del Río Grande, donde estaban Zamora y Canales junto a Eddy José Ríos Blandón y dos adolescentes mujeres.
Zamora portaba una pistola calibre nueve milímetros y a las 3:50 a.m. abordaron un taxi que los llevó a una gasolinera en el barrio Las Marías, al noreste de la ciudad. En la tienda es prohibida la venta de licor en ese horario y optaron por comprar comida rápida, quedándose en una mesa del local.
En tanto, Zamora y Montenegro fueron al extremo norte de la tienda, donde están los exhibidores de bebidas, donde el hombre reclamaba y abrazaba constantemente a la muchacha con la que tuvo un hijo, ahora de un año, tras una relación de más de tres años, aunque vivían en casas distintas.
Canales se acercó a la pareja porque Zamora le pidió que respondiera una llamada a su móvil, refiere la acusación, observando cuando el hombre sacó la pistola y amenazó a la muchacha para luego, “en cuestión de segundos”, dispararle en la parte izquierda del cuello.
Presuntamente, Canales se habría “asegurado” que Zamora huyera del sitio. La acusación imputa a Zamora los delitos de femicidio y portación ilegal de armas.
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