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Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.

Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.

Enrique Bolaños Geyer: “El país no anda bien”

El expresidente de Nicaragua, Enrique Bolaños Geyer, habla sobre la administración de más de 10 años de Daniel Ortega.

El ingeniero Bolaños cumplirá 89 años en unos meses, pero trabaja todos los días de 7:30 a.m. a 5:30 p.m. en su oficina. Labora en su sitio web, una biblioteca virtual repleta de valiosos documentos que promedia cuatro mil visitantes diarios. A eso de las seis, seis y media de la tarde, don Enrique regresa a casa, en Carretera a Masaya, cena, platica un poco, lee alguna noticia y se duerme. Así son los días del presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007.

Lo peor de su gobierno, dice, fue sentirse como un “burro amarrado con dos tigres sueltos”. El pacto de Arnoldo Alemán con Daniel Ortega, consumado en 1999 y 2000, dio más poder a la Asamblea Nacional, y esta, según Bolaños, buscó cómo dañar su imagen e impedir sus iniciativas. Es el caso de los apagones de luz a nivel nacional. “No me permitían traer barcazas de energía, no me permitían invertir en plantas”, recuerda.

En cambio, lo mejor de su administración, fue “ordenar el país hacia un posible despegue no solo económico sino despegue como nación”. Se refiere, argumenta, a los 1,800 millones de dólares que su administración dejó en efectivo y en proyectos aprobados y firmados para el desarrollo del país; así como el perdón del 87 por ciento de la deuda externa, que con él pasó de ser de seis mil millones de dólares a 1,600.

“Yo tenía una tía tatarabuela que decía: ‘La política es como un banquete. Unos sirven la mesa y otros se sientan a comer’. Así me pasó a mí. Yo serví la mesa y otros se sentaron”, explica Bolaños antes de comenzar la entrevista.

¿Cómo valora lo que ha hecho Daniel Ortega en estos últimos períodos?
Bueno, él ha seguido una política económica correcta. Yo hice el Plan Nacional de Desarrollo en mi gobierno. Contraté para ello a dos expertos. Ellos (los sandinistas) lo que hicieron fue cambiarle el nombre. Era Plan Nacional de Desarrollo. Dos cosas: recuperamos siete millones y pico de dólares y los usamos para crear el IDEA entre Diriamba y Jinotepe. Instituto de Excelencia Académica, donde queríamos traer a los mejores estudiantes de todo el país. Como 60, 80, y tenerlos en un internado con profesores que quería traer yo del Tecnológico de Monterrey y tener estudiantes de secundaria, de la crema y nata de la mejor cabeza que tuviera el país para que fuera el modelo del desarrollo de los colegios de Nicaragua. Metí el dinero y se llamaba IDEA. Ahora se llama IDEAS. Instituto de Excelencia Académica Sandino. Y no hay la excelencia académica. Lo mismo: el Plan Nacional de Desarrollo, PND, ahora se llama Plan Nacional de Desarrollo Humano. Le agregaron una H. Pero el plan bastante funciona, pero no exacto como nosotros, pero le dio un impulso al desarrollo.

¿Pero entonces en economía lo ha hecho bien Ortega?
Lo ha hecho bien porque los resultados económicos lo dicen. Pero en otras cosas yo creo que el país no anda bien.

¿En qué cosas?
Hay una medida que internacionalmente se conoce: el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. O sea, por habitante. Nosotros veníamos creciendo, según gráficas de Cepal, que es la Comisión Económica para América Latina. Viene la Revolución, caímos y seguimos bajando por dos razones, digo yo: por las reformas profundas revolucionarias y por la Contra. Cuando llega el 90, comienza doña Violeta, esa caída la detiene y comienza a subir poquito. Llega Arnoldo Alemán apenitas, llego yo apenitas, llega Ortega apenitas. Si yo trazo esta línea de regreso para atrás, me doy cuenta que estamos en 2014 con el nivel del PIB por habitante de 1962. 50 años atrás comparado con nuestros hermanos centroamericanos. Y hay muchos más ricos más ricos. Los ricos están más ricos y hay muchos más. Esa es una inquietud. ¿Cómo podemos curar eso? Porque para mis hijos, mis nietos y bisnietos yo quisiera dejar un país mejor.

¿Cómo ve la administración de Ortega en educación?
Dicen que los que van a rotondear en los colegios, el ministro de Educación o el sistema educativo, les dan 20 por ciento mejor nota. Adquirida solo por ir a hacer ese trabajo político. El estudiante no aprende. Entonces tenemos una deficiencia, por muchas otras razones. No es la única. Lo menciono como ejemplo, pero hace falta el afán de aprender.

¿Nicaragua está mal en educación?
Siempre ha estado mal. Teníamos algunos programas buenos hace tiempo, en épocas anteriores. Otras costumbres, otros modelos, otros estilos de vida, pero por ejemplo había cívica. Se le enseñaba al estudiante su comportamiento social. Mucho de eso era educación básica. Cuando yo llegué a la Presidencia noto que faltaba en el pénsum de estudios de la primaria y la secundaria, esa carrera, entonces cuando yo iba tierra adentro, por lo menos dos o tres veces por semana, siempre pedía ir a un colegio. “Prográmenme un colegio donde yo voy. Dénme lápices, cuadernos, libros y útiles deportivos para llevar de regalo”. Y ponían a los estudiantes en muchos lugares en dos filas a recibir y yo pasaba entre ellos y los incitaba a que me dijeran lo que llamo las siete palabras mágicas que debe saber toda persona. Buenos días, buenas tardes, buenas noches, con permiso, lo siento mucho, gracias y dispense. Esas las deben practicar entre ustedes mismos. Estudiante con estudiante. “Fulanito, ¿me prestás el lápiz, por favor? Gracias”. Esa es educación básica. Lo primero. Y ya no hay esa práctica.

Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.
Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.

¿Cómo ve el gobierno de Ortega en cuanto a institucionalidad y separación de poderes?
Malo, malo, malo. Porque tenemos cuatro poderes que deben funcionar aparte cada uno y están congregados todos en un solo poder, y eso es malo. Con una salvedad. Como decía Pablo Antonio Cuadra: “No todo es culpa…” Y yo cambio la palabra culpa por obra, cuando lo cito. No todo es obra del caudillo. Los que lo alaban, los que le inflan el ego, los que le dicen “¡vos sos el hombre! Este país no puede funcionar sin vos”, son tan o más culpables que el caudillo. Eso es lo que yo creo. Si los diputados se portan con dignidad, a hacer su tarea, pero por ejemplo, la Ley 840, que es la del chino (Wang Jing), en 15 días la aprobaron. Eso toma por lo menos seis meses de estudio para poder decidir sí o no. Es una ley tan profundamente importante para el país que merece pensarla bien.

¿Cuando usted le dio la banda presidencial a Ortega, imaginó que en 2017 él seguiría siendo presidente?
No creí que llegara a tanto, porque nosotros hemos tenido en nuestra historia, desde que nos independizamos, 12 constituciones. Un ejemplo, Estados Unidos tiene una. Esa única ha tenido 25, 30 enmiendas, cambios, modificaciones puntuales. Esas modificaciones son rigurosas, a través del tiempo, con las nuevas corrientes, la modernidad, etc., que demandan ajustes, pero es una sola constitución. Aquí hemos tenido 12 que son nuevas cada una. De esas 12 constituciones, 11 han dicho: “No se permite reelección continua”. Menos una, que dice: “Nada de reelección”, que es la de 1987. Que es la que hizo Ortega. Doña Violeta, en el 95, con las Naciones Unidas, le agregó a esa Constitución que no hay reelección continua. Ella logró poner en la Constitución. Cuando llegó Ortega y cambió la Constitución del 2014, volvió a poner reelección per saecula saeculorum (del latín, por los siglos de los siglos). Se puede reelegir toda la vida. Y eso nunca lo ha tenido Nicaragua. Siempre han jugado trucos para reelegirse. Dice “no hay reelección”, pero se reeligen con trucos. Entonces hacen un pacto con un partido de oposición. Generalmente Somoza con los conservadores. Hacía un pacto con ellos. El pacto crea una nueva Constitución. Y eso significa un nuevo país. En ese nuevo país, yo nunca he sido presidente. Entonces, soy presidente. Ahora no. No es un pacto con la oposición ni una nueva Constitución. ¿Por qué? Porque los diputados son obedientes y le hacen las reformas.

Lea también: Así te contamos la toma de posesión de Daniel Ortega y Rosario Murillo

¿Qué tan importante es la alternancia en el poder para Nicaragua?
En Nicaragua es necesaria. Nosotros tenemos una historia desde 1821, que nos independizamos, pasamos 17 años en unión con los hermanos centroamericanos hasta 1838. En 1838, nosotros, los nicaragüenses, fuimos los primeros en separarnos de la unión. Desde ese momento, hasta hoy, ¿cuántos gobernantes hemos tenido? un ejemplo, Estados Unidos elige constitucionalmente en 1789 a George Washington como primer presidente. Desde 1789 hasta hoy, Barack Obama es el número 44. Trump es el 45. Nosotros, desde 1838, 50 años más jóvenes, ¿cuántos gobernantes hemos tenido si ellos han tenido 44?

¿Desde Fruto Chamorro, el primer presidente?
Nooo. Fruto Chamorro fue el número 34 ya. Es que Fruto Chamorro todo lo que hizo fue cambiarle el nombre, todo lo demás era igual. Era el jefe del Ejecutivo. Daniel Ortega es el 111. Y eso que ha habido dictadores que se quedan de por vida. Es el desorden que hemos tenido. Y una de esas cosas es la lucha por el poder. Hemos tenido guerra tras guerra, golpes de Estado, matancingas, asesinatos, todo hemos tenido por estar ahí en el poder. Honduras hace pocos años le puso a la Constitución un artículo petra. O sea, un artículo grabado en piedra, que no se puede modificar. No existe la reelección. Punto. Ni continua ni nada. Una vez que sos, no podés jamás volver a ser. Y petra, piedra, significa que el que proponga cambiar ese artículo, comete un delito. No se puede ni siquiera cambiar. Zelaya quiso hacerlo y lo mandaron en pijama a Costa Rica, ¿te acordás? Es que yo como viejo he vivido bastante más que vos y el diablo es más diablo por viejo que por diablo. Yo recuerdo muchas cosas. Tengo buena memoria todavía, sin alzheimer. Tomo muchas notas, tengo cantidad de apuntes por todos lados.

¿La lucha por el poder es una cuestión cultural en Nicaragua?
Es cultural, es cultural. Costa Rica es un poco diferente. El único bicho raro de América. Ya ves los relajos en Brasil, Perú, en Panamá, en Colombia. Unos han mejorado mucho, van organizándose, pero el bastante diferente ha sido Costa Rica. Creo yo que por una razón. Vinieron los conquistadores a Nicaragua y este triangulito chiquito tenía 500 mil habitantes nativos. 1498. En 1520 comenzó la conquista. Ya vinieron 120 conquistadores a coger terreno. Y en 1550 la población, por la venida de los españoles con sarampión y cosas por el estilo, hubo mortandad grande. Nosotros teníamos una gran población. ¿Qué hacía entonces el español? Bueno, colgaba una hamaca y tenía a su indio que lo servía. “Ve, cortame ese banano, lo pelás y me lo das en la boca”. Una exageración, pues, para describir que tenés a quién te sirva. Costa Rica casi no tenía. El español que llegó ahí o trabaja o no come. Por eso es diferente, creo. Una de las razones.

 

“¡Diputados! Hagan buenas leyes. En beneficio de los nicaragüenses, para que tengamos una Nicaragua que funcione para bien de todos. ¡Yo que anduve en eso! Pueden hacerlo. ¡Tienen poder para hacerlo! Pero va en contra de su bolsa”. Enrique Bolaños Geyer, expresidente de Nicaragua.

 

Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.
Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.

¿Qué consejo le daría usted a Daniel Ortega?
(Ríe) ¡Primero me lo tiene que pedir! Yo no doy consejos, solo que me lo pidan… Pero digamos, si yo fuera Daniel Ortega, trataría de ins-ti-tu-cio-na-li-zar Nicaragua. Que la Corte Suprema de Justicia sea una institución que opere en su función. El nicaragüense espera recibir justicia. ¡Que la reciba! El nicaragüense espera poder participar como candidato o como votante en elecciones libres, honestas. ¡Que monte un buen sistema! Entonces trabajen en función de eso, no de servir a mi gusto. ¡Diputados! Hagan buenas leyes. En beneficio de los nicaragüenses, para que tengamos una Nicaragua que funcione para bien de todos. ¡Yo que anduve en eso! Pueden hacerlo. ¡Tienen poder para hacerlo! Pero va en contra de su bolsa. Ese sería mi consejo, que las cosas funcionen para lo que sirven. Una aspirina es para quitar el dolor de cabeza. ¡Pues que lo quite! No es para causar dolor de estómago. Pero que funcione en lo que debe ser su función, su misión.

Esta semana se oficializó a Rosario Murillo como vicepresidenta de Nicaragua. ¿Cree que la veremos como presidenta?
Pueda ser. Porque es una dinastía. A partir de esta semana, aunque ha estado funcionando más o menos como tal, porque dicen que maneja los ministros.

Usted daba entrevistas cuando era presidente, pero Ortega no. ¿Qué tan importante es la transparencia del presidente y de su gabinete con los medios independientes?
Deben serlo. En mi gobierno cada ministro daba conferencias de prensa cuando quería y hablaba de lo que quería. Esa función la representan bien clara y eficiente los medios de comunicación. Son un valor para transmitir. Esos medios van desapareciendo. Rosario Murillo da una conferencia de prensa todos los días. Propaganda. Es aburrido.

También quisiera saber su opinión sobre la “Nica Act”, que ahora será decisión del Senado y de Donald Trump.
La “Nica Act”… Peligroso, peligroso, peligroso… Puede dañar mucho a Nicaragua. Un amigo cree que Trump, al primero que le va a quitar el Tratado de Libre Comercio, va a ser a Centroamérica. “¿Y por qué?”, le digo yo, si no hay grandes inversiones gringas aquí que le quiten empleos a Estados Unidos; son pequeñitas. Me dice: “Para darle el ejemplo al Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y a otros, de lo que lo puede hacer”. Nos va a agarrar de modelo. Digamos que mi amigo es Juan Pueblo. No importa el nombre de él, pero hay quien piensa que tal vez el primer dañado será Nicaragua, y eso dañaría mucho. Porque ya Venezuela no hay. Y pasarán muchos años para que mejore. ¿Ustedes conocen el metro de carpintero? Venezuela está quebrado como metro de carpintero.

¿Cree que Trump aprobará la “Nica Act”?
Yo no sé, como Trump es imprevisible, no hay una manera de saberlo… Los analistas se quedan, también.

¿Cómo valora la visita de Luis Almagro, de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el informe sobre Nicaragua que están preparando?
No se conoce el informe de él, sí. Pero como existe la Carta Democrática, es un instrumento que le permite a la OEA poder contribuir e ir democratizando más a estos países que necesitan democratizarse. Si se va cumpliendo la Carta poco a poco. No se puede forzar porque es peor, pero sí sirve como una pequeña amenaza para negociar. Lo peor es la revolución y la guerra. Es mejor la evolución. Tenemos una discordia. Es mejor un mal arreglo que un buen pleito.

Si este año se le vuelve a dar personería jurídica a partidos de oposición a los que se la quitaron arbitrariamente en el pasado, ¿debe verse como un logro?
Bueno, no sé. Tal vez para mí o para otro, no es logro. Pueda ser que sí o pueda ser que no. Yo no sé si es un pequeño avance. Pero mirá, todos los que están en el poder, en todas las elecciones que hemos tenido en Nicaragua hasta ahora, se roban las elecciones. Y siempre tenemos pleitos y luchas y muertos por el robo. Tuvimos dos elecciones, la de 1928 y la de 1932, manejadas por los gringos. Son las dos elecciones que se usan de modelo en Nicaragua de cómo se cambia el poder de un partido a otro sin tiros. Eso sigue igual. Después que se fueron los gringos y seguimos con las elecciones, siempre las robamos. Dicen. Ha habido buenos esfuerzos. Doña Violeta las ganó legítimamente, yo las gané legítimamente, Arnoldo también. Veníamos mejorando, pero ya retrocedimos.

¿Ortega las ganó legítimamente en 2006?
Sí y no. Hay 8.5 por ciento de los votos que nadie los ha contado. Dicen que andan diciendo que habían dicho que dijeron que vos dijiste que si contaran el 8.5 por ciento, Rizzo tuviera más votos y hubiera habido segunda vuelta. Dicen que andan diciendo que habían dicho que dijeron que tu fotógrafo dice que si cuentan el 8.5, Eduardo Montealegre hubiera tenido más votos y hubiera ganado la segunda vuelta. No sé cuál de los dos hubiera sido. Tal vez uno de ellos iba a llegar a cierto nivel que hubiera forzado segunda vuelta, entonces la pararon. Dicen.

Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.
Enrique Bolaños Geyer, Presidente de Nicaragua entre 2002 y 2007. LA PRENSA / Jader Flores.

 

Plano personal

Don Enrique Bolaños Geyer nació un domingo 13 de mayo, en Masaya, hace 88 años.
Es ingeniero industrial, fue presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), fue programador de computadoras y fue presidente de la república.
Es un amante de la historia y como servicio social tiene una de las más ricas bibliotecas virtuales de Nicaragua: enriquebolanos.org. Con el sitio, dice, no gana dinero, y más bien invierte toda su pensión en mantenerlo. “Quiero dejar ese legado”, explica.
De cuando en cuando, mete expresiones del inglés —que habla perfectamente— en sus frases. “That’s what I do”, dice tras explicar su trabajo de digitalización de documentos históricos.
Es viudo de doña Lila Abaunza desde 2008 y dice que desde entonces casi no sale a restaurantes ni al cine.
Su comida favorita es la tradicional nica y lo más raro que le han ofrecido es mono, en Taiwán. “Abren un hoyito en la mesa, ponen el mono debajo, solo se ve la cabecita del mono, lo parten y se comen los sesos. Yo dije ‘no, no, no’, pero me dijeron que al presidente anterior, Arnoldo Alemán, cuando iba, le encantaba y pedía dos monos”, cuenta Bolaños.

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COMENTARIOS

  1. Indiana Martínez.
    Hace 7 años

    Que buen articulo. Que orgullosa me siento de lo que aún esta haciendo por Nicaragua.

  2. Juan Pueblo
    Hace 7 años

    Gran placer al leer este articulo, El mejor presidente de Nicaragua. Felicidades por el gran trabajo que hizo y hace por nosotros los Nicaragüenses. Y digo hace especialmente por su biblioteca virtual, buenisima, no sabia de ella antes de leer este articulo.

  3. Carol
    Hace 7 años

    Me gustaría llegar así de lúcido a los 89 años. En cambio Daniel con 20 años menos ya se ve senil.

  4. el carolingio
    Hace 7 años

    Gracias don Enrique por brindarnos trozos de historia para la reflexion, gracias

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